Estas tres bicicletas eléctricas que presentamos poseen un diseño y una historia que las hace realmente especiales, aunque ofrezcan enfoques muy diferenciados. Pero es que el denominador común de estas tres joyas de LeMond Bikes es su fuerte componente innovador, con soluciones originales que harán la vida más fácil a sus futuros usuarios.
LeMond Bikes posee una original historia detrás, ya que fue el propio Greg LeMond el que puso en órbita esta firma: el corredor norteamericano consiguió en 1986 la primera victoria de una bicicleta de fibra de carbono en la historia del ciclismo. A partir de ahí se marca el comienzo de la era de LeMond Bikes, permitiendo al corredor conseguir éxitos continuos en bicicletas con su propio nombre. Victorias en carreras tan diferentes como el Tour de Francia, los Campeonatos Mundiales o la popular París-Roubaix consagraron la fibra de carbono en el ciclismo.
Fue en el año 1995 cuando LeMond Bikes surgió formalmente como marca a través de una asociación con Trek Corp, matrimonio que duró hasta el año 2008. Actualmente, LeMond Bikes se ha especializado en bicicletas eléctricas, fusionando innovación con un diseño relativamente clásico, algo que el propio Greg sigue alabando de sus bicicletas.
Traemos las tres monturas que confeccionan el catálogo de LeMond, con enfoques muy diferenciados: la Dutch (urbana), la Prolog (commuting) y la Prolog Allroad (carretera allroad), con el detalle, como no podía ser de otra manera, de tener todas el cuadro facturado en fibra de carbono.
Otra característica que comparten las tres bicicletas es el motor, firmado por Mahle. Incorporan el X35 (40 Nm), de comportamiento algo más pausado que el X20, pero suficiente para las necesidades de los tres modelos. La batería, por su parte, la suministra Panasonic y promete autonomías de hasta 110 km.
Dutch
Esta bicicleta destila elegancia, con un diseño eminentemente urbano, de cómoda posición a los mandos (gracias a un manillar muy ancho y retrasado) y facilidad a la hora de subir y bajar, gracias a su diseño exclusivamente de barra baja. La construcción en fibra de carbono del cuadro y la ligereza del motor permiten a la Dutch declarar un peso de sólo 12,3 kg
Destaca el set de luces, con unos pilotos traseros incorporados en los tirantes del cuadro y un foco delantero de 500 lúmenes integrado en la potencia del manillar, así como el uso de unos bonitos (y siempre efectivos) guardabarros.
Prolog
La Prolog explora el ciclismo urbano deportivo o incluso los desplazamientos interurbanos, en esa categoría que ha venido a llamarse commuting. El cuadro, también en carbono, y el menor equipamiento que el que instala la Dutch hacen que el peso se quede en poco menos de 12 kg.
El conjunto motor-batería es el mismo que el de la Dutch y el equipamiento algo más escueto, aunque no se olvida del siempre bienvenido set de luces.
Prolog Allroad
No es una bicicleta gravel, aunque su enfoque le permite adentrarse en pistas que estén en buen estado, gracias a los neumáticos instalados (Panaracer GravelKing SK 700x43c), bastante capaces para ese cometido. La Prolog Allroad explora una vertiente más deportiva, para lo que se le han instalado componentes de más categoría. Los neumáticos y ruedas más capaces hacen que el peso suba un poquito, aunque seguimos en unos registros fantásticos para una bicicleta eléctrica Allroad: 12,7 kg.
