España ya tiene la tecnología para liderar la navegación eléctrica e híbrida en España

La transición hacia una náutica sostenible y eficiente es una oportunidad económica para la que la industria española está más que preparada. Sólo hace falta visión para que se convierta en líder de esta transformación.

La industria marítima española está preparada para afrontar la transformación eléctrica de la navegación.
La industria marítima española está preparada para afrontar la transformación eléctrica de la navegación.
09/12/2025 14:00
Actualizado a 09/12/2025 14:00

La reciente aprobación del nuevo plan de acción de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), en el marco de la Estrategia Marítima Española 2025-2050, marca un antes y un después para el futuro de la navegación en nuestro país. Por primera vez, el Gobierno sitúa la descarbonización del transporte marítimo y la modernización del sector en el centro de su agenda, reconociendo que la sostenibilidad es una oportunidad económica, tecnológica y social.

Desde la Asociación Nacional de Barcos Eléctricos e Híbridos (ANBE) celebramos este paso con entusiasmo y con una convicción firme: la tecnología para barcos eléctricos, híbridos e impulsados por hidrógeno ya está preparada en España. No estamos ante un futuro hipotético ni ante una utopía lejana; la revolución marítima verde es una realidad tangible que avanza a gran velocidad en toda Europa y nuestro país dispone del talento, los medios y la industria para ser protagonista.

El viento del cambio sopla también en el mar

El anuncio de la DGMM no llega en un vacío. La transición hacia una navegación limpia y silenciosa ya ha comenzado en muchos rincones del mundo.
En Suiza, por ejemplo, navegan más de 11.000 embarcaciones eléctricas en sus lagos, impulsadas por una red consolidada de puntos de recarga y una normativa favorable que incentiva su adopción. En Alemania, existen cerca de 7.000 barcos eléctricos registrados, y el país está desplegando una infraestructura de recarga fluvial que conecta puertos interiores y turísticos. En Noruega, los ferris eléctricos ya son parte del paisaje cotidiano, mientras que en Países Bajos se han implementado corredores verdes para embarcaciones de transporte interior 100 % eléctricas.

Estos ejemplos demuestran que la electrificación marítima es viable, rentable y compatible con la seguridad y las necesidades operativas del sector. La pregunta ya no es “si” esta transición es posible, sino cuándo y con qué ambición queremos acometerla en España.

Una industria lista para zarpar

En nuestro país contamos con todos los ingredientes necesarios para liderar esta nueva era de la náutica sostenible.
Los astilleros españoles han desarrollado modelos eléctricos e híbridos de alta eficiencia, mientras que las empresas tecnológicas de nuestro ecosistema —fabricantes de motores, baterías, sistemas de control y soluciones de recarga— ya operan con estándares internacionales. Los Asociados de la ANBE ( ver www.anbe.online) son ejemplos de cómo la innovación nacional está marcando el rumbo de la propulsión sostenible.

Los puertos deportivos y comerciales también están avanzando hacia la electrificación, con sistemas OPS (On Shore Power Supply) que permiten conectar embarcaciones a la red eléctrica en puerto, evitando emisiones y ruido. Y, al mismo tiempo, proyectos pioneros de turismo náutico sostenible, como los de Mundo Marino, Magic Catamarans, Xouva Boats o We Whale, demuestran que la navegación cero emisiones no solo es posible, sino también deseada por un nuevo perfil de turista consciente.

Un plan que debe convertirse en acción

El nuevo plan de la DGMM es una oportunidad única para consolidar este cambio. Pero el reto no está solo en el diagnóstico: está en la implementación efectiva de medidas que impulsen el desarrollo del sector.
Necesitamos incentivos claros para la renovación de flotas y la adquisición de embarcaciones de bajas emisiones, infraestructura portuaria adaptada, formación técnica especializada y un marco normativo actualizado que simplifique los procesos de homologación y certificación de nuevas tecnologías.

La colaboración público-privada será esencial. ANBE está preparada para aportar conocimiento, experiencia técnica y capacidad de coordinación con empresas, puertos y administraciones. Porque la sostenibilidad marina no se construye solo con voluntad política, sino con proyectos reales, inversiones y alianzas estratégicas.

España no puede quedarse atrás

Tenemos una industria que innova, una tecnología madura y una generación de profesionales que quiere formar parte del cambio. Lo que necesitamos ahora es visión y decisión.

Si otros países europeos ya han demostrado que es posible transformar su flota y su infraestructura marítima hacia modelos eléctricos e híbridos, España -con más de 8.000 km de costa y un enorme potencial turístico y energético- no puede quedarse rezagada.

La transición hacia la náutica cero emisiones no es solo una cuestión ambiental: es una apuesta económica inteligente que generará empleo, atraerá inversión y fortalecerá la competitividad del sector naval español en el marco europeo.

Un mensaje claro 

Por todo ello, desde la Asociación Nacional de Barcos Eléctricos e Híbridos queremos decirlo alto y claro:
la tecnología para la navegación eléctrica, híbrida e impulsada por hidrógeno ya está lista en España. Lo que hace falta ahora es la determinación colectiva para desplegarla.

El futuro de nuestros mares será silencioso, limpio y eficiente. Y, si aprovechamos la oportunidad que hoy se abre con el plan de la DGMM, España puede liderar esa transformación.

El viento sopla a favor, solo tenemos que poner en marcha los motores más silenciosos y sostenibles del mundo para hacernos a la mar…