La batería de esta pick-up es tan grande que cuesta más que un Citroën ë-C3

La batería es el componente más caro de un coche eléctrico. Eso es sabido de manera generalizada, ¿pero cuánto cuesta realmente la batería de un coche eléctrico? Lo cierto es que no hay una respuesta única: depende, primero, del tamaño de la batería. Segundo, de la tecnología de las celdas, pues hay diferencias notables (las LFP son más económicas). Y tercero, de los vaivenes en el coste de las materias primas. Un análisis de Visual Capitalist ha puesto cifras al precio de las baterías y algunas tienen un coste mareante.

Suponiendo precios estables en la cadena de suministro de las materias primas y una complejidad similar en el empaquetado (es decir, similar coste de producción), el factor que más influye en el coste de las baterías es la composición química de sus celdas y, más concretamente, de su cátodo.

Actualmente, la mayoría de baterías de litio utilizan grafito en su ánodo. Es la composición del cátodo la que cambia: además de litio, se emplea níquel, manganeso, aluminio, cobalto o hierro. Dependiendo de la elección de materiales y su combinación, la batería resultante tiene propiedades diferentes en cuanto a prestaciones, autonomía, potencia, recarga rápida y vida útil. También en precio.

Las baterías más caras son las compuestas por níquel, cobalto y aluminio

Entre las baterías de litio actuales, las más caras son las compuestas por níquel, cobalto y aluminio (NCA), con un precio medio de 120,3 dólares por kilovatio-hora (kWh). Le siguen de cerca las baterías de níquel, cobalto y manganeso (NCM), con un precio promedio de 112,7 dólares por kWh. Estos dos tipos contienen una elevada proporción de níquel, que ofrece mayor densidad energética y, por ende, más autonomía.

El coste de un paquete de baterías de iones de litio puede costar unos 5.000 dólares en un coche eléctrico pequeño, pero puede llegar a alcanzar los 25.000 dólares en los eléctricos con mayor batería. Es el caso de la Ram 1500 eléctrica, el coche eléctrico de producción con la mayor batería del mundo. Su gigantesca batería de 229 kWh de capacidad (más del doble que la de un Tesla Model S) pesa tanto como un Volkswagen Golf y fabricarla cuesta 25.853 dólares, equivalente a 24.500 euros al cambio actual.

Estos datos solamente tienen en cuenta el coste de las celdas calculado sobre las estimaciones del precio por kilovatio-hora para las celdas de níquel-cobalto-manganeso que utiliza la Ram. A eso habría que añadir el coste de su armazón metálico y el de ensamblaje. Aun sin tener esto en cuenta, la batería de la Ram 1500 REV supone unas tres veces más que la batería de un eléctrico normal como puede ser el Volkswagen ID.4 o el Ford Mustang Mach-E.

El Cadillac Escalade IQ no le sigue muy de lejos: su batería cuesta más de 22.500 dólares debido también a su enorme tamaño, 200 kilovatios-hora de capacidad. Sin embargo, el Escalade es un SUV de lujo y mucho más caro y la batería representa aproximadamente el 17% del precio del vehículo, frente al 32% que supone en la Ram.

Comparado con esos dos, los 12.000 dólares que cuesta la batería del Tesla Model S parecen incluso pocos. Sin embargo, hablamos de una batería bastante grande (100 kWh) que permite al Model S homologar 634 kilómetros de autonomía. En este caso, las celdas son las más caras del listado, pero Tesla aventaja al resto en economía de escala y costes de producción, por lo que el dato se puede desvirtuar un poco.

Por su parte, las baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) tienen un coste inferior al prescindir de materiales tan caros como el níquel y el cobalto. El precio medio de las celdas LFP se sitúa en 98,5 dólares por kWh, casi un 20% menos que las celdas NCA. Tienen menor densidad energética, por lo que ofrecen menos autonomía en un mismo espacio, pero cada vez son más utilizadas.

Un ejemplo de ello es la versión estándar del Ford Mustang Mach-E, que ha empezado a utilizar celdas LFP. La batería de 70 kWh del Ford cuesta unos 6.900 dólares, un 26% menos que la batería del Volkswagen ID.4 siendo esta más pequeña (62 kWh), pero con celdas NCM. Si tenemos en cuenta el coste por kilovatio-hora, las celdas del Volkswagen son un 43% más caras que las del Mustang Mach-E. Esto le permite a Ford tener mayor margen de beneficio o la posibilidad de bajar precios sin que afecte a sus márgenes.