Volvo se ha caracterizado por ser una marca alineada con la electrificación de su gama, pionera incluso, ya que en 2021 anunció que sería una marca totalmente eléctrica en 2030. Después, el fabricante ajustó su objetivo para que, a finales de la década, el 90 % de sus ventas correspondan a la combinación de vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
Sin embargo, el sector del automóvil vive en una agitación constante y, Håkan Samuelsson, nuevo CEO de Volvo, ha concedido una entrevista al medio Euronews donde ha admitido dudas sobre esta decisión. Además, el sueco también ha sido claro sobre la actual competencia con China o el papel que jugarán los coches de combustión en los próximos años.

Volvo de momento no da marca atrás, pero su CEO admite dudas
En su entrevista, Samuelsson ha sido claro: “Nuestro objetivo sigue siendo el de ser una empresa totalmente eléctrica, pero quizá hemos sido demasiado optimistas en poder alcanzarlo en 2030”.
El directivo tiene claro el por qué de esta reflexión y no se olvida de los coches de combustión: “En algunas regiones la infraestructura de carga no está ahí, por tanto, creo que debemos confiar en las posibilidades de conducir un coche con motor de combustión cuando carecemos de posibilidades de carga”.
“Creo que para tener una fecha límite creíble para los coches de combustión, es necesario que también haya una fecha creíble para las inversiones y la expansión de la infraestructura de carga. De lo contrario, no será posible ser totalmente eléctrico para 2035 (fecha en la que la UE prohíbe la venta de coches térmicos)”, explica Samuelsson.

“¿Aranceles a China? Lo que necesita Europa son mejores coches"
Otro de los temas tratados en la entrevista ha sido China y su importante desembarco en el mercado europeo. Un punto donde Samuelsson también ha sido muy claro: “Tendremos una competencia muy dura con China. Cuanto antes nos acostumbres a ellos y antes empecemos a desarrollar nuestros coches en Europa, mejor. No hay protección en forma de aranceles ni de ningún otro tipo. La única protección para nuestra industria es mejorar y ser más competitivos”.
Porque mientras algunos fabricantes han pedido a la Unión Europa medidas más duras ante China, el CEO de Volvo ha mostrado un enfoque más suave. Eso sí, es importante recordar que Volvo pertenece al gigante chino Geely, aunque su iniciativa siga siendo puramente sueca.
Respecto al mercado chino, Samuelsson ha señalado que lo más lógico es escuchar y adaptar sus coches a los gustos locales, en lugar de replicar las ofertas europeas. “Los clientes chinos están muy interesados en la tecnología, por lo que les gustan muchas funciones de software en sus coches”, ha explicado.

Un acuerdo de la Unión Europa con Estados Unidos
Por último, Samuelsson ha hablado sobre la situación actual del mercado estadounidense, donde las importantes de automóviles tienen un arancel del 25%. No obstante, el CEO de Volvo confía en un acuerdo entre Europa y Estados Unidos con “aranceles razonables”.
Volvo tiene una fábrica en Charleston, Carolina del Sur, donde Samuelsson aumentar la capacidad de producción allí, no solo para evitar los aranceles de Trump, sino también para estar más cerca de sus clientes. Y añade: “Ahora necesitamos encontrar un modelo que nos permita vender grandes volúmenes, entregarlos más rápido a nuestros clientes y, por supuesto, reducir costes".
“Por tanto, incluso si los aranceles bajan a un nivel más razonable, seguiremos necesitando utilizar nuestra fábrica más de lo que lo hacemos hoy”, añadió.