Volkswagen ha hecho muchísimas cosas bien en toda su historia, pero introducir botones de función háptica en el volante no fue una de ellas. Estas particulares superficies táctiles llamaron la atención en sus comienzos, aunque nada más poner a prueba su funcionamiento comenzaron a lloverle los ‘peros’ a la marca alemana sobre esto. Por suerte, esta es una empresa que escucha a sus clientes y le puso remedio rápidamente.
De hecho, estos botones táctiles del volante han estado en producción durante unos pocos años. Posteriormente, Volkswagen los sustituyó por botones físicos tradicionales, lo que derivó en una gran alegría para quienes buscaban un coche de sus filas para comprar. No obstante, aunque pareciera que la polémica llegaba a su fin, lo cierto es que no, y ahora muchos propietarios de Estados Unidos se han unido para formalizar una denuncia contra la compañía.
Vuelve la polémica para Volkswagen por los botones táctiles en el volante
Y es que todo aquel que haya probado el uso de estos botones sabrá de qué se quejan los propietarios. Entre otras cosas, basta con un simple giro erróneo de volante para, sin quererlo, subir el volumen de la música o que salte el asistente de voz, entre otras muchas cosas. Esto ha provocado el hastío de los clientes quienes han formalizado una demanda ante la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos).
Los propietarios de muchos Volkswagen se han tenido que ‘comer’ estos botones en multitud de modelos, como el ID.4, el Golf o el ID.Buzz, por citar algunos. Por ello, al igual que ha reculado Tesla con la palanca de intermitentes sobre el Model 3, los usuarios también exigen la posibilidad de un cambio de botones en el volante por unos botones físicos.
En la demanda, los usuarios alegan que estos botones táctiles son especialmente sensibles al mínimo tacto, lo que hace que puedan ejecutarse acciones sin querer. De hecho, ellos apuntan a que puede llegar a efectuarse una activación accidental, incluso, del control de crucero, lo que “puede llevar a una aceleración repentina e involuntaria, con el consiguiente riesgo de colisión”.
Por ahora, Volkswagen no se ha manifestado al respecto con ninguna respuesta oficial más allá de haber sustituido dichos botones táctiles por unos físicos en los coches de nueva producción. De hecho, el propio jefe de Diseño de Volkswagen, Andreas Mindt, aseguró en su momento que estos paneles en el volante fueron “un error” porque “es un coche, no un teléfono”. Sobre ello, los propios usuarios han respondido en numerosas ocasiones que el uso de esto “es frustrante”.
Como ya hemos mencionado, Volkswagen hizo muy bien en sustituirlos por botones físicos hace casi un año pero, ¿qué sucederá con las miles de unidades fabricadas que ya cuentan con ello? La marca bien podría lanzar una campaña de sustitución, especialmente para quienes quieran hacerlo, pues habrá personas que se sentirán cómodas con ellos y les gustará su uso (una minoría). Lo cierto es que quedamos a la espera de una posible respuesta de Volkswagen a los clientes de Estados Unidos para ver cómo terminan solucionando este dilema.