En pleno 2025 el coche eléctrico no está en la posición predominante que hace unos años se le presuponía. Su adopción a nivel mundial no está a la altura de lo esperado, aunque avanza de manera constante. Sin embargo, en ciertas regiones su presencia es mucho menor que en otras. El ejemplo de Estados Unidos es claro: de los 10,7 millones de vehículos eléctricos que se vendieron entre enero y julio en todo el mundo, en toda Norteamérica solo ha sido 1 millón. Sobre las causas de esto, R.J. Scaringe, CEO de Rivian, tiene unas cuantas en mente.
El CEO estuvo presente en el podcast Plugged-In de InsideEVs, donde se pronunció al respecto de la situación del coche eléctrico, centrándose en Estados Unidos, pero haciendo unas apreciaciones que fácilmente se pueden extrapolar a regiones como la europea: “Si quieres comprar un vehículo eléctrico por menos de 50.000 dólares hoy, diría que en Estados Unidos hay menos de cinco excelentes opciones. Hasta que no haya más opciones, no veremos una verdadera expansión del mercado”.

Un problema de oferta
Se tiende a pensar que el problema es que los conductores no quieren coches eléctricos, pero Scaringe considera que la razón puede estar en el otro extremo. Aunque en Europa si que hay modelos de baterías baratos, en EE.UU la oferta de modelos es mucho más limitada y, además, son mucho más caros, puesto que el más accesible es el Nissan Leaf, que está justo por debajo de los 30.000 dólares.
“No en todos los casos, pero en una gran cantidad, diría que el producto no es tan bueno. No es tan deseable. Así que se podría decir que la gente no quiere comprar coches eléctricos, pero no creo que sea así. Creo que la realidad es que no quieren comprar coches eléctricos de gama baja, más o menos aceptables”, explica.
Hay que remarcar que la situación económica que se vive en Estados Unidos es muy diferente de la que hay, por ejemplo, en España, puesto que habla de que se necesita una mayor oferta de modelos a un precio que considera asequible, poniendo el límite en 50.000 dólares, algo que en nuestro país es considerado directamente un coche de gama alta y que, por poco, no se queda fuera de las ayudas del Plan Moves.
Considera que, además, uno de los problemas de los eléctricos en la actualidad es su falta de variedad. Las marcas han apostado por las mecánicas de cero emisiones en ciertos segmentos, pero han dejado huérfanos a otros, así que un cliente que quiera un automóvil de determinado tipo puede encontrarse con que en el mercado no hay una opción de baterías para él: “Hay quienes buscan un verdadero SUV, o quienes prefieren una minivan. Algunos prefieren algo más parecido a un hatchback. Así que muchos han tenido que ser bastante flexibles en cuanto a sus preferencias de formato, estética y marca, porque existe un conjunto único de buenas opciones con el Model Y y su hermano, el Model 3”.

Hacen falta más vehículos eléctricos de precio contenido
Scaringe cree que, aunque hay problemas que también importan, como la infraestructura de carga o los tiempos de la misma, el más importante es la oferta de producto, que se queda corta para lo que puede querer el potencial cliente. Además de los modelos de Tesla, mete en el saco de alternativas interesantes a coches como los Kia EV6 y el Ioniq 5, pero piensa que hacen falta más.
“Necesitamos tener un Model Y como opción, necesitamos nuestro R2 como opción. Idealmente, hay tres, cuatro, cinco, seis o diez excelentes opciones adicionales para atraer al 92% restante de compradores que no compran vehículos eléctricos hoy en día”, señala.
Rivian ha visto un nicho de mercado en los Estados Unidos y quiere ir a por él. Hasta ahora solo ha comercializado el R1, cuya tarifa ronda los 90.000 dólares, pero en 2026 llegará el R2, un hermano pequeño que rondará los 50.000 y que debería potenciar las ventas de la compañía.