La compañía india Ultraviolette Automotive, especializada en motos eléctricas, acaba de cerrar una nueva ronda de financiación de 21 millones de dólares (18 millones de euros al cambio de divisa), respaldada por TDK Ventures, brazo inversor del gigante japonés de la electrónica TDK.
El movimiento supone un avance clave para una empresa que en pocos años ha pasado de mostrar prototipos en ferias internacionales a convertirse en uno de los fabricantes de referencia en el emergente mercado de las dos ruedas, en cuanto a vehículos eléctricos se refiere.
De la F77 a la conquista internacional
La compañía india presentó en 2019 el diseño inicial de su modelo Ultraviolette F77, una moto deportiva 100% eléctrica con un enfoque claramente prémium. Poco después, la empresa fijó su objetivo más allá de la India y debutó en el escenario internacional en el salón EICMA de Milán, donde sorprendió por la solidez de su propuesta frente a otras start-up del sector. Y de hecho, desde hace poco permite reservar esta montura en España y otros países de Europa, con una tarifa que parte desde los 9.990 euros para la opción Mach 2, y desde los 10.390 euros para la Superstreet Recon.
A diferencia de muchos proyectos que quedaron en meras promesas de crowdfunding, Ultraviolette ha logrado industrializar su producto, entregando unidades en su mercado doméstico y comenzando su desembarco en Europa.
Una avalancha de pedidos
La firma asegura haber recibido ya más de 70.000 reservas anticipadas de sus próximos modelos Ultraviolette Tesseract y Ultraviolette Shockwave, una scooter y, la otra, una montura de aspiraciones off-road, que buscan redefinir el concepto de rendimiento en modo eléctrico. Aunque siempre conviene mantener cierto escepticismo ante cifras de preventa anunciadas por las propias compañías, lo cierto es que, de confirmarse, se trataría de un volumen de pedidos que muchos fabricantes consolidados envidiarían.
Estas cifras no solo representan liquidez inmediata en forma de depósitos, sino también una validación clara de que existe un interés real por este tipo de motos eléctricas, un escenario que tradicionalmente ha estado dominado por propuestas experimentales o de start-up con poco recorrido.
La entrada de TDK Ventures como inversor añade un valor adicional. La firma japonesa, con una amplia experiencia en baterías, sensores y electrónica avanzada, puede aportar a Ultraviolette no solo capital, sino también know-how tecnológico y acceso a redes globales de proveedores e innovación. Para la start-up india, esta financiación permitirá acelerar la producción, reforzar la innovación y, sobre todo, expandir su presencia a nuevos mercados, consolidando su apuesta por competir de tú a tú con fabricantes de mayor tamaño.
La irrupción de Ultraviolette se suma al auge de los fabricantes de motos eléctricas que buscan capitalizar la transición energética también en el sector de las dos ruedas. Si la empresa consigue materializar sus planes y mantener el ritmo de crecimiento, podría convertirse en uno de los actores globales más influyentes de la próxima década.