Desde hace meses, son muchos los directivos que se han hecho presentes en diversos comunicados o entrevistas. Siempre haciendo ver su rotunda oposición a la ley ‘anti emisiones’ que la Unión Europea ya anunció para 2035. Esta, como recordatorio, supondría la prohibición de vender nuevos coches con motor de combustión; híbridos o híbridos enchufables incluidos.
Dada la todavía baja penetración del sector eléctrico en Europa, muchos directivos abogan por retrasar la inclusión de esta legislación o que se acepten también los vehículos de bajas emisiones. Por ahora se conoce que la cúpula de la región podría aceptar los híbridos enchufables, eléctricos de autonomía extendida (EREV) o el uso de los combustibles sintéticos. Sin embargo, desde Volvo y Polestar no han tardado en dar su opinión al respecto.
Los CEO de Polestar y Volvo tildan a la posible decisión de la UE como “pésima”
Ha sido en una entrevista realizada para el medio The Guardian, donde ambos directivos, muy cercanos entre sí, dieron a conocer sus respectivos puntos de vista. Concretamente, Michael Lohscheller, CEO de Polestar, se opuso drásticamente contra esta decisión, tildándola de “una pésima idea”. De hecho, continuó con su crítica afirmando: “La industria automotriz alemana intenta ocultar los problemas estructurales, pero una transición posterior complicaría aún más la competencia con los fabricantes chinos”.
Por otro lado, el CEO de Volvo, Håkan Samuelsson, también se pronunció contra esta medida. Su afirmación fue menos drástica aunque sí estableció paralelismos entre la antigua normativa de seguridad y la medioambiental. “Los fabricantes europeos no deberían cometer el error de desacelerar ahora, ya que las empresas chinas podrían reubicar cada vez más su producción en Europa”, aseguró.
De hecho, Samuelsson también declaró que los actuales aranceles europeos a la importación de coches eléctricos chinos no serán suficientes para impedir la entrada masiva de estos. Para él, “es necesario afrontar la competencia directamente”. De hecho, también aseguró que “no veo motivos para decidir ahora debilitar la norma del 2035, ya que aún queda tiempo de sobra para cumplir con el plazo propuesto”.
Para la llegada de esta legislación aún queda una década. Sin embargo, los coches 100% eléctricos no están teniendo el tirón esperado para postularse como única alternativa a partir de entonces. Bien es cierto que, si se mira 10 años atrás, los modelos eléctricos eran sólo una minoría; ahora crecen sus ventas notablemente y existen opciones casi de todo tipo.
El CEO de Polestar también añadió un punto de vista personal. Este no es otro que la diferencia existente entre la mentalidad europea y la asiática: “Mientras que en Alemania se aferran mucho al pasado, en China o Estados Unidos, predomina un afán mucho más fuerte por el futuro y la innovación. Esta actitud puede determinar el éxito o el fracaso económico. Los chinos no se detendrán. Tomarán el control del mercado europeo”.
Samuelsson, por su parte, se encargó de destacar los beneficios cada vez mayores de la electrificación, especialmente en materia de autonomía, velocidad de carga o reducción de precios. El CEO de Volvo considera crucial el acelerar la electrificación para la protección del clima, así como para el beneficio de los propios clientes. “La transformación es inevitable y ofrece importantes ventajas”, concluyó el directivo.