El coche eléctrico obliga a la industria de los lubricantes a reinventarse

Los vehículos eléctricos precisan de menos lubricantes que lo de combustión, lo que obligará a esta industria a crear productos especiales para ellos, de alto rendimiento y de mayor valor, lo que compensará la reducción de las ventas.

 El futuro de la industria de los lubricantes con la llegada de los coches eléctricos.
El futuro de la industria de los lubricantes con la llegada de los coches eléctricos.
20/11/2019 08:30
Actualizado a 05/12/2019 12:43

La industria de los lubricantes para automóvil, que mueve 130.000 millones de euros cada año, puede verse afectada en los próximos años por el crecimiento de las ventas de coches eléctricos, cuyos componentes mecánicos no necesitan tanto de estos productos como en el caso de los vehículos de combustión. Algunas de las empresas más importantes de este sector han decidido renovarse con la creación de una nueva línea de productos diseñados especialmente para los trenes motrices que utilizan tecnología eléctrica o híbrida. A pesar de esto, los expertos de la industria confían en que los lubricantes especializados y de alto rendimiento para vehículos eléctricos compensarán con su mayor valor la reducción de las ventas.

Durante décadas, los fabricantes de lubricantes se han preocupado por mejorar sus productos para exprimir cada vez más la eficiencia de los combustibles fósiles en los motores de combustión y aumentar el kilometraje entre los sucesivos cambios de aceite. Las innumerables piezas móviles que precisan ser engrasadas y enfriadas desaparecen con un tren de tracción totalmente eléctrico, aunque se mantienen en los vehículos híbridos (enchufables o no). Sin embargo, los vehículos eléctricos presentan un desafío diferente al de los motores de combustión que precisan alrededor de 40 aceites diferentes.

El último informe de BloombergNEF sobre la evolución del mercado de los vehículos enchufables indica que se logrará la paridad de ventas con los de combustión en 2037, superándolos en 2040. Para estimar las ventas la compañía estadounidense ha tenido en cuenta todas las tecnologías de electrificación que requieren un enchufe, es decir híbridos enchufables y cien por cien eléctricos, excluyendo los híbridos completos y los híbridos suaves.

Los vehículos eléctricos dominarán el mercado de ventas en 2040. Fuente Bloomber NEF

Los vehículos eléctricos dominarán el mercado de ventas en 2040. Fuente: Bloomberg NEF.

Según una investigación de la consultora energética Kline & Company, ya hay algún indicio de que este cambio tecnológico está empezando a afectar a las empresas. Según su estudio, el incremento de la penetración de los vehículos eléctricos en China y Europa, el uso creciente de lubricantes sintéticos y las presiones económicas llevarán a un estancamiento de la demanda de lubricantes para el automóvil, que alcanzó aproximadamente 20 millones de toneladas el año pasado. Según el analista de Bank of Merrill Lynch, Jean-Baptiste Rolland, los volúmenes de ventas en el mercado de lubricantes podrían comenzar a disminuir a partir de 2025.

Renovarse o morir. Algunos ejemplos

Algunas de las grandes empresas petroleras, que luchan contra los efectos de la descarbonización en múltiples frentes, se han centrado en crear nuevos productos. La compañía anglo-holandesa Shell, el mayor proveedor mundial de lubricantes, ha desarrollado una línea de fluidos diseñada específicamente para los trenes motrices híbridos y para los vehículos 100% eléctricos. La francesa Total lanzó dos marcas de lubricantes para vehículos eléctricos el año pasado, mientras que Petronas, la compañía de petróleo nacional de Malasia, anunció también la creación de su propia marca de lubricantes para vehículos eléctricos este año.

Lutz Lindemann, director de tecnología Fuchs Petrolub SE, afirma que la petrolera alemana ha creado un equipo internacional de gerentes e investigadores dedicados exclusivamente al desarrollo y comercialización de lubricantes para vehículos eléctricos. "Soy muy consciente de que el mundo está cambiando", afirma por su parte Dave Hall, un veterano ingeniero con más de 30 años de experiencia que participa en el desarrollo de la línea de lubricantes Castrol de BP. "Me gustaría pensar que estamos tratando de abordar y evitar un momento Kodak". (Kodak, líder de la fotografía en los años 70, no supo ver el cambio tecnológico que se avecinaba con la fotografía digital, lo que le llevó a la bancarrota). Con los fabricantes de automóviles buscando fórmulas para extender la autonomía de los vehículos eléctricos, arañando cualquier fórmula de ganar un 1% de eficiencia, el sector de los lubricantes tiene también algo que aportar, afirma Hall.

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El futuro de esta industria

Con la electrificación del automóvil, la mayoría de las investigaciones se centran principalmente en el rendimiento y el diseño de la batería, pero se le ha prestado muy poca atención a los lubricantes que, aunque en mucha menor cuantía, siguen siendo necesarios para los componentes que no pertenecen al tren motriz que son comunes con la mecánica general de un coche. Rolland, de Bank of Merrill Lynch, estima que los vehículos eléctricos con batería requieren entre un 50% y un 70% menos de grasas que los motores de combustión interna.

George Morvey, de Kline & Company, concluye que "los volúmenes de ventas de los coches eléctricos no compensarán la pérdida que veremos por la desaparición del aceite del motor". Tanto él como Lindemann, de Fuchs, afirman que el lado positivo es que la industria ya ve lo que se le avecina y tiene mucho tiempo para responder.

Solo en China, la industria crecerá en 10 años desde los 260 millones de unidades actuales hasta las 350 millones afirma Lindemann. Además, y aquí está una de las claves de su futuro, el desarrollo de lubricantes especializados de alto rendimiento para vehículos de batería, "dará como resultado ventas más rentables". El valor de los lubricantes en un coche 100% eléctrico es "probablemente el 90%" del de un automóvil de combustión. "Simplemente no lo sabemos con certeza, pero no es un cataclismo para nosotros", dijo. "Habrá una disminución significativa en el volumen pero no en el valor", sentencia Lindemann.