Es posiblemente uno de los rostros más importantes y menos conocidos de la industria del automóvil. Según la revista Forbes, su fortuna asciende a 26.400 millones de dólares y está considerado como el septuagésimo séptimo hombre más rico del mundo. Nos referimos al CEO de BYD, Wang Chuanfu, que ha conseguido posicionar a su compañía como una de las más relevantes del planeta. La era eléctrica le ha permitido ascender rápidamente, situándose hoy entre los seis mayores fabricantes de automóviles del mundo. En el futuro, BYD seguirá escalando posiciones gracias, según su fundador, a la superioridad tecnológica del coche eléctrico chino.
A pesar de ser hoy una figura destacada en el mundo empresarial, los orígenes de Chuanfu son mucho más humildes. Nacido en 1966 en un pequeño pueblo agrícola de una de las provincias más pobres de China, destacó desde joven por su inteligencia y capacidad. En la universidad se especializó en tecnología de baterías y, en 1995, fundó BYD. Cabe recordar que, aunque hoy la empresa es mundialmente conocida por sus coches, también fabrica baterías y dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, incluso en la actualidad.
BYD cuenta con más de 13.000 patentes en los últimos 20 años
BYD emplea a más de un millón de personas en todo el mundo, principalmente en China. En 2024 estuvo a punto de convertirse en la mayor empresa de coches eléctricos del planeta, superando a Tesla. Ya es la compañía que más vehículos enchufables (NEV) vende, con más de 4 millones de unidades entregadas el pasado año. BYD continúa su rápida expansión global, sin precedentes en el sector del automóvil. Pese a sus logros, Wang Chuanfu rara vez se muestra en público, una tarea que deja en manos de su conocida mano derecha, Stella Li.
Sin embargo, de vez en cuando, Wang Chuanfu sí da entrevistas. En una reciente conversación con la televisión pública china, repasó el camino recorrido desde que BYD fabricó su primer coche en 2003. Desde el inicio, apostó firmemente por la electrificación, una decisión temprana que hoy le permite afirmar que las empresas chinas están entre tres y cinco años por delante de sus competidores. Asia, y China en particular, se han convertido en el centro neurálgico de la innovación tecnológica en el sector. Entre 2003 y 2022, BYD registró más de 13.000 patentes, frente a las 863 que presentó Tesla en el mismo periodo.
No sorprende que el propio Chuanfu asegure que China lidera la transición eléctrica a nivel global. En la misma entrevista, el máximo responsable de BYD pidió un mundo más abierto para facilitar el acceso y desarrollo del coche eléctrico. “Solo con apertura e innovación el mundo podrá conocer estos buenos productos y desarrollarlos conjuntamente”, afirmó. Para este año están previstos numerosos lanzamientos de BYD en Europa. El curso ha comenzado con la llegada del BYD Atto 2, pero muchas más novedades están a punto de desembarcar.