Este conocido desguace abre el debate: ¿valen la pena los híbridos enchufables?

Un híbrido enchufable acaba en el desguace y despierta un debate inesperado: ¿merece la pena esta tecnología en el día a día? Dos trabajadores enfrentan sus argumentos en un vídeo.

BMW 330e desguace
El coche ha acabado en el desguace debido a un accidente frontal.
09/06/2025 12:00
Actualizado a 09/06/2025 12:09

Un coche híbrido enchufable ha terminado en uno de los desguaces más conocidos de España. Lo que parecía una revisión cotidiana ha acabado convirtiéndose en un auténtico debate entre dos de sus trabajadores. Porque, ¿realmente merecen la pena los híbridos enchufables?

El desguace granadino MotoCoche ha compartido un interesante intercambio de opiniones sobre esta tecnología. Uno defiende sus ventajas, mientras el otro cuestiona su utilidad. Argumentos a favor y en contra que reflejan un debate cada vez más presente, incluso dentro de un propio desguace.

¿Valen la pena los híbridos enchufables?

En el vídeo, uno de los expertos defiende con convicción la tecnología híbrida enchufable, destacándola como un equilibrio ideal entre eficiencia y autonomía. Su compañero, sin embargo, no lo ve tan claro: cuestiona su utilidad real, poniendo el foco en la complejidad mecánica, el peso añadido y la limitada autonomía eléctrica que ofrecen muchos de estos modelos.

El protagonista del debate es un BMW 330e que ha llegado al desguace tras sufrir un accidente frontal. Aprovechando la ocasión, ambos trabajadores repasan también algunos detalles estéticos que diferencian esta versión enchufable de sus homólogos de combustión. Incluso muestran un botón en el interior que permite alternar entre tres modos de conducción: gasolina, híbrido y 100% eléctrico.

A modo de curiosidad, pese a ser un híbrido enchufable, al homologar menos de 40 kilómetros de autonomía, le corresponde la etiqueta Eco de la DGT, cuando la mayoría de los PHEV llevan la Cero. En cambio, este 330e con otras llantas y neumáticos de menores dimensiones, sí homologa más de 40 kilómetros de autonomía, y por tanto portaría la mencionada etiqueta Cero.

Durante el vídeo, el “poli bueno” defiende con datos el uso del híbrido enchufable: asegura que recargar la batería cuesta unos 35 euros al mes y que, teniendo el trabajo a 26 kilómetros de casa, apenas necesita echar gasolina. La eficiencia, según él, es más que razonable para un uso diario.

Uno de los puntos calientes del debate gira precisamente en torno al consumo: el gasto homologado cambia notablemente si la batería está cargada o no, algo que no convence del todo al “poli malo”. A lo largo del vídeo también se comentan aspectos como la calidad de acabados del BMW, que sorprende por su alto nivel, así como el equipamiento tecnológico, donde no faltan asistentes de seguridad y detalles propios de un coche prémium.

Después de varios minutos de cruce de argumentos, uno de los dos trabajadores acaba inclinando la balanza hacia una de las posturas. ¿Quién acabará cediendo? ¿El escéptico o el defensor del híbrido enchufable?