Son varias las corrientes filosóficas que circulan por la industria relacionada del coche eléctrico. Si bien muchos consideran que las baterías de estado sólido son el próximo paso en la evolución de la electromovilidad, numerosos proyectos abiertos por todo el mundo incitan a pensar que todavía queda un largo trayecto para ellas. CATL es el mayor fabricante de baterías del mundo. Ejerce su control desde hace más de una década. Muchos son los fabricantes que recurren a ellos para suministrar energía a sus coches y lo hacen por una razón. En cuestión de desarrollo son los mejores.
CATL se ha especializado en las baterías de iones de litio. Contemporary Amperex Technology co. Limited, se ha encargado del desarrollo continuo de las baterías de metal de litio. La semana pasada anunciaron un gran descubrimiento. Un avance revolucionario que permitirá aumentar la durabilidad de las baterías y, de paso, demostrarnos lo mucho que todavía tenemos que aprender de ellas. Los investigadores chinos se han centrado en optimizar el rendimiento de las celdas mediante la optimización de las estructuras de solvatación y las interfases sólido-electrolito.

La sal es la clave para conseguir baterías más duraderas
Durante el desarrollo, los ingenieros de CATL han descubierto que, contrariamente a lo que se creía, el fallo de la celda no se debe a la acumulación de litio muerto o a la alteración del entorno de solvatación, sino al consumo de un elemento que ahora se ha demostrado como fundamental, la sal. En realidad se trata de sal electrolítica. LiFSI. Se trata de un gran avance para que de una vez por todas las baterías de metal de litio lleguen a la industria de forma masiva. Durante mucho tiempo se ha rechazado su aplicación por su tendencia a formar dendritas que reducen la calidad de la pila rápidamente. La corrosión dentro de la batería y el escalamiento también son un problema.
Desde China han anunciado que los nuevos descubrimientos de CATL le han permitido desarrollar baterías de pruebas con una densidad energética de 500 Wh/Kg, que es una barbaridad, con una vida útil de 483 ciclos. Este dato no es tan espectacular teniendo en cuenta que cualquier batería de iones de litio actual es capaz de soportar entre 1.500 y 2.500 ciclos de carga sin ningún problema. Sin embargo, el dato se ha duplicado desde las últimas investigaciones, lo que anima a pensar que en los pasos siguientes será posible aumentar la vida útil de las baterías de metal de litio ahora que los ingenieros saben dónde está la clave.

Los estudios han demostrado que esta elemental sal se agota en hasta un 71% durante la vida útil de la batería. Según el informe público presentado por CATL, la durabilidad del electrolito está considerada como un factor crítico para un rendimiento duradero. Por el momento no se quieren atrever a dar ningún plazo. Si bien los pasos hasta ahora dados son prometedores, es demasiado pronto como para esclarecer una fecha de comercialización. Mientras tanto, CATL seguirá aprovechando su ejército de ingenieros y desarrolladores. Sólo en 2024 la empresa invirtió casi 2.300 millones de euros en investigación y desarrollo. Actualmente, CATL cuenta con 43.000 patentes registradas en todo el mundo.