No es ningún secreto que cada vez más marcas chinas decidan hacer las maletas para viajar a Europa. A pesar de los aranceles fijados por Bruselas desde finales del año pasado, la llegada de coches eléctricos no ha cesado. Todo lo contrario. Cada vez son más los fabricantes que apuestan por nuestro continente como vía de expansión. NIO lleva ya tiempo operando dentro de los límites del espacio comunitario, aunque sólo está disponible en unos pocos mercados donde la adopción del coche eléctrico es mayor. Ahora, prepara una estrategia diferente para la submarca Firefly. En ese caso sí España podrá disfrutar de sus coches.
Onvo y Firefly son las dos nuevas ramas surgidas el año pasado del árbol de NIO. Mientras que Onvo no ha comunicado sus planes de expansión a Europa, Firefly sí lo ha hecho desde el principio. De hecho, ha nacido para ello. A diferencia de cualquier otro producto de NIO u Onvo, Firefly se centra en las categorías inferiores y económicas del mercado. Su primer coche, bautizado como la marca en sí, fue presentado a finales del año pasado en China dejando un buen sabor de boca. En China lleva operando apenas un par de meses con buenos resultados en gran medida por su atractivo precio de venta.
Su precio de venta en Europa será muy diferente al chino
El Firefly se ofrece desde los 119.800 yuanes o lo que es lo mismo, 14.600 euros al cambio de moneda. Es una cifra muy atractiva por el que ha sido bautizado como el rival más destacado del MINI Cooper eléctrico. Aunque a simple vista no lo parezca estamos ante un modelo del segmento A con apenas 4 metros de largo, 1,78 metros de ancho (sin retrovisores) y 1,55 metros de alto para una distancia entre ejes de 2,61 metros. En un futuro también será rival de modelos tan importantes como el esperado Volkswagen ID.2 o del nuevo BYD Dolphin Surf. Su autonomía oficial es de hasta 420 kilómetros de autonomía según el ciclo CLTC. Se esperan unos 330 kilómetros según el ciclo WLTP.
El precio será su gran estandarte, pero el problema al que se enfrentan NIO y Firefly es al desconocimiento que los europeos tienen de una de las marcas más reconocidas de China. El problema, en realidad, siempre es el mismo. Europa es un mercado muy exigente, aunque los estudios demuestran que cada vez más conductores están abiertos a la posibilidad de comprarse una marca china. La oferta crece y con ella se derriban muchos muros ideológicos. Los chinos han demostrado que saben hacer buenos coches, pero les sigue costando penetrar en los mercados. Necesitan cambiar su imagen y darse a conocer.
Eso es precisamente lo que NIO quiere hacer con Firefly. La compañía ha anunciado un tour por Europa para que la gente vea el producto y conozca la marca. El viaje le llevará por nueve países diferentes: Alemania, Dinamarca, Países Bajos, Francia, Italia, Austria y España. No se han especificado fechas, pero sí localizaciones. Firefly apenas tocará la península ibérica. Barcelona será la única parada en el recorrido español. Las operaciones de venta comenzarán más adelante a la vuelta de verano. Será entonces cuando sepamos la red comercial que Firefly empleará en nuestro mercado y, más importante aún, cuál será el precio de venta de su primer coche.