El segmento de los todoterrenos es fiel, pero poco voluminoso. Si bien hay muchos 4x4 por el mundo, sólo unos pocos tienen la fama y el reconocimiento del Land Rover Defender. Su historia se remonta al año 1948, aunque no fue hasta la década de los 80 cuando empezó a usar su actual denominación. A lo largo de los años sus cambios han sido pocos, pero a partir del año 2019 el Defender abandona su estilo y su concepto clásicos para transformarse en un coche completamente diferente. Tras sufrir el cambio más radical en sus 72 años de historia, ahora llega una actualización de su séptima generación, que trae consigo importantes novedades, principalmente mecánicas, incluyendo una anunciada versión eléctrica que conoceremos más adelante.
A simple vista cuesta reconocer esa batería de actualizaciones. Los diseñadores no han querido retocar mucho un diseño que ha causado furor en los concesionarios. A pesar de haber perdido ciertos atributos camperos, el Defender se ha posicionado como una solución más barata y atractiva al Range Rover. La actualización que ahora recibe es acogida por las tres carrocerías posibles, 90, 110 y 130. Hasta tres filas de asientos con una capacidad máxima de 8 pasajeros (2+3+3) para el modelo más grande de todos. Opcionalmente, el Defender 130 puede eliminar una de sus plazas para dejar una segunda fila de asientos con dos cómodas butacas.
El sistema híbrido reduce su tamaño para ajustarse a la homologación europea
A nivel de equipamiento son pocas las novedades introducidas por Land Rover. El aspecto interior mantiene ese aspecto rústico con tornillos a la vista, aunque todo queda recubierto por materiales de calidad que arrojan una sensación de resistencia y durabilidad. En la parte delantera sigue destacando una gran pantalla táctil de 10 pulgadas que permite gestionar casi todas las funcionalidades del vehículo. Los ingleses mantienen el módulo de la climatización separado con sus grandes botones físicos que permiten operar sin necesidad de quitarse los guantes en las frías mañanas del invierno. Se mantienen los acabados S, X-Dynamic SE, X-Dynamic HSE, X y V8.
El cambio principal del Land Rover Defender 2025 lo encontramos bajo el capó. El todoterreno recibe novedades a tener en cuenta. Se deshace del motor de gasolina de seis cilindros de las versiones P400 y modifica la estructura de las unidades diésel. Ya en 2019 se presentó una versión híbrida enchufable que recibe ahora una importante actualización. El Defender PHEV prescinde del bloque de cuatro cilindros y a partir de ahora monta un pequeño motor turboalimentado de tres cilindros y 1.5 litros con 308 caballos de potencia. Se acompaña de un motor eléctrico adicional y una batería de iones de litio cuya capacidad no ha sido desvelada. El rendimiento total tampoco ha sido anunciado.
Land Rover se ha visto obligada a reducir el tamaño de su conjunto para que así el Defender pueda acogerse a la normativa Euro 6e. La producción arrancará este mismo verano, aunque ya ha dado comienzo la fase de preventa en Reino Unido. Para España todavía no han sido publicados los precios actualizados, aunque se espera que las tarifas se mantengan más o menos estables. Eso quiere decir que el Defender 90 arrancará sus tarifas en una cifra próxima a los 76.000 euros. El más caro de todos será el Defender 130 con sus tres filas de asientos y 5,36 metros de largo. En ningún caso la factura final bajará de los 100.000 euros.
