Durante años, Alpine ha sido una marca con un solo modelo en su cartera de productos, el Alpine A110. Eso ha cambiado con la llegada del A290 y con el recién presentado A390, pero el A110 va a continuar existiendo, aunque sea en forma de modelo de cero emisiones.
A pesar de la nueva etapa eléctrica de la marca, dentro del Grupo Renault tienen muy claro el peso y la importancia del Alpine A110, así que quieren que, aunque sea un modelo de baterías, siga siendo fiel a lo que ha sido siempre. Luca de Meo, CEO de la compañía, ha sido claro con AutoExpress: “[El A110] es nuestro producto icónico, el Porsche 911 de Alpine”.
Más ligero que un deportivo con motor de combustión
“De forma irracional, decidimos invertir en una plataforma de coche deportivo muy modular que servirá de base para la próxima generación del A110. La APP es el núcleo de [Alpine]. La prioridad es aprovechar esa plataforma y desarrollar tres o cuatro modelos, y luego veremos qué sucede”, comentaba de Meo.
La cuestión clave es que el A110 siempre ha sido un gran ejemplo de deportivo ligero, algo que parece difícil de mantener si entran la ecuación elementos pesados como las baterías propias de un modelo de cero emisiones. Sin embargo, de Meo no lo ve así: “Creemos que podemos fabricar un coche eléctrico más ligero que un coche de combustión comparable. Eso lo cambiará todo. Hemos invertido en la arquitectura electrónica del motor, colocando los motores en las ruedas, lo que baja el centro de gravedad del coche”.
De entrar en detalles técnicos se encarga Philippe Krief, CEO de Alpine: “Habrá dos motores [en la parte trasera]. También tendremos una versión con tracción total con dos motores [traseros] y uno [delantero] diferente, más pequeño y ligero”.
Al ser preguntado sobre cuál será la potencia del sistema, no dio detalles concretos, pero sí que lanzó un mensaje esperanzador para los seguidores de la marca: “¡Mucha! Y también estamos pensando en la evolución (para ofrecer una gama de resultados y modelos). ¡Habrá suficiente potencia, te lo garantizo!”.
“En cuanto a los motores, se optimizan. Se integran todas las funciones: motor, transmisión, inversor, cargador CC/CC, todo en un solo paquete. Luego, en cuanto a la integración del vehículo, se lucha por cada milímetro que se pueda reducir, cada kilo en cada pieza. ¡No digo que sea fácil! El peso objetivo del nuevo A110 está por debajo del mejor coche de combustión, un Porsche [718 Cayman]. Son 1,45 toneladas, para ser exactos”, explica.
Las baterías y autonomías del Alpine A110 eléctrico
Un aspecto clave es un coche eléctrico son sus baterías, algo que es crítico en el caso de un deportivo, tanto por ubicación como por el peso que suponen.
Respecto a lo primero, Krief admite que “no podemos colocar la batería en el suelo porque el coche quedaría demasiado alto. Así que la colocaremos en otro lugar y hemos encontrado una instalación de batería realmente buena”, aunque no concreta dónde.
“Una pila grande es rentable, y si incluyo mi batería en dos paquetes, será menos eficiente. Pero sin duda se podría hacer más de una instalación. Esto es algo que podemos permitirnos porque no queremos sacrificar nada del proyecto: el nuevo A110 tiene que ser un A110 de verdad”, comenta, haciendo referencia a que dividir en dos la batería puede ayudar, por ejemplo, a repartir el peso entre ambos ejes. En cuanto a su autonomía objetivo, la marca apunta a 600 km por carga.
Krief es consciente de lo que la gente espera de un A110, pero considera que es algo que se puede conseguir de manera sencilla con una mecánica de cero emisiones: “Si le das al coche la sensación de ser eléctrico (rapidez de dirección y respuesta, rapidez de frenado, rapidez de recuperación del subviraje y el sobreviraje), entonces tienes la sensación de ligereza. En esto, el eléctrico tiene una enorme ventaja, ya que, en términos de respuesta, un coche eléctrico es diez veces más rápido que uno mecánico”.
Por último, de Meo ofreció una reflexión sobre la industria y los coches eléctricos “Más o menos, estamos al mismo nivel que los demás. Todos estamos aprendiendo, todos estamos invirtiendo en tecnología de baterías y motores eléctricos. No es que tengamos que cerrar una brecha de 100 años, así que quizás sea una oportunidad para nosotros. En la primera generación, los coches eléctricos han sido, en su mayoría, electrodomésticos como lavadoras: algo feos y sin emociones. Quizás podamos demostrar que la tecnología de los coches eléctricos puede ser realmente divertida, que podemos infundirle alma. La postura original de Alpine era hacer más con menos, el uso de materiales, la ligereza en lugar de un gran producto con grandes baterías. Esa es la ventana que veo de nuevo”.