Un informe de la OCU denuncia el verdadero motivo por el que no se venden coches eléctricos en España

El reparto de los puntos de carga es desigual en la geografía española, no tienen potencia suficiente y un 22% no están operativos.

red de recarga españa
Menos del 9% de los cargadores operan a más de 150 kW.
26/05/2025 12:30
Actualizado a 26/05/2025 14:09

La implantación y popularización de los coches eléctricos depende de una combinación compleja de factores, pero uno de los principales es contar con una infraestructura de recarga que permita dar soporte a un parque automovilístico en el que estos vehículos tengan un peso importante. Esto, en España, por el momento no es así.

Tomando los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un informe sobre el estado de la red carga en las carreteras españolas y los resultados no son especialmente alentadores.

cargador 2
El reparto de los cargadores por comunidades es irregular.

Una red de carga lenta y de distribución desigual

Una infraestructura de carga no necesita solo disponer de muchos puntos, también necesita que estén bien distribuidos y, sobre todo, que éstos sean de calidad, es decir, que sean de carga rápida, especialmente en vías en las que se suelen hacer viajes largos.

Sin embargo, en España, por potencias, así se encuentra el reparto de las estaciones:

 Potencia del cargador

¿Cuántos hay? 

% del total 

Distancia que se puede recorrer con una recarga de 15 minutos
 (para un consumo de 20 kWh/100 km) 

Más de 250 kW 

 1.589

 3,5%

 310

Entre 150 y 250 kW

 2.419

 5,2%

 190

Entre 50 y 150 kW

 8.069

 17,4%

 125

Entre 22 y 50 kW

 2.007

 4,3%

 65

Menos de 22 kW

 32.274

 69,6%

 30

En la actualidad no hay muchos vehículos que puedan recargar en el tramo superior de potencia, pero a partir de 150 kW ya es algo más común y, del total de cargadores disponibles en España, menos de un 9% son capaces de operar a esos niveles, que son los que permiten agilizar las recargas en los viajes de larga distancia.

El estudio demuestra también el estado desigual de la infraestructura de recarga en función de la Comunidad Autónoma:

 PUNTOS DE RECARGA POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

 

Nº 
 total

Más de 50 kW

 Más de 150 kW

 Por cada 1.000 km

 Por cada 1.000 km

Andalucía

3.208

306

61,4 

1.433

13,1

Aragón

827

132

37,5

445

 11,1 

Asturias

454

76

47,2

242

 14,8

Baleares

632

14

 86,4

186

6,5

Canarias

750

14

41,8 

175

3,3  

Cantabria

237

28

 60,8

156

 10,9 

Castilla La Mancha

830

199

33,3 

653

10,2 

Castilla y León

1.617

340

30,1 

1.008

10,2

Cataluña

4.376

259

 144,5

1.734

21,6

Comunidad Valenciana

2.506

174

137,17

1.108

21,5 

Extremadura

453

57

30,7

283

6,2 

Galicia

758

61

26,1

459

3,5  

Madrid

2.877

305

333,6

1.081

 94,1

Murcia

739

28

82,5 

271

8,5 

Navarra

393

47

57,6 

228

11,9

País Vasco

1.561

229

175,7

724

55,6 

La Rioja

165

44

54,9

103

23,5

Como se puede ver, solo hay cinco comunidades que ofrezcan más de 20 puntos de carga rápida por cada 1.000 km de carreteras: la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Cataluña, La Rioja y el País Vasco.

En el extremo opuesto se encuentran Canarias, en la que solo hay 3,3 estaciones rápidas por cada 1.000 km de carreteras, y Galicia, en la que hay 3,5. Si se tiene en cuenta la extensión de cada comunidad autónoma en kilómetros cuadrados, ciertas regiones de Aragón, Castilla – La Mancha, Castilla y León y Navarra salen muy mal paradas, con grandes superficies sin ningún punto.

A todo esto, además, hay que añadir otro problema: un gran número de estos cargadores está fuera de servicio por distintos motivos. Actualmente estarían operativos 46.358 puntos de recarga, mientras que 13.072 están fuera de servicio, es decir, el 22%.

Las demandas de la OCU

En su informe la OCU señala: “Para fomentar la movilidad sostenible, es imprescindible mejorar la infraestructura de recarga, impulsando la instalación de cargadores públicos, tanto lentos a precios asequibles en las vías públicas para los 9 millones de automovilistas sin garaje, como rápidos en las carreteras”.

“Para acelerar la implantación de puntos de carga, hay que agilizar las conexiones a la red, pues las distribuidoras se demoran muchos meses en facilitar el suministro desde que se les solicita, en ocasiones hasta 2 años. Por otro, habría que revisar el sistema de subvenciones actual (actualmente inactivo) para que incentive más la instalación de puntos de recarga en zonas con baja densidad de población donde la amortización de la inversión puede alargarse muchos años”, añade.

Además, también apunta a otros aspectos que hacen que la implantación de la electromovilidad sea más lenta de lo deseable.

El primero es también relativo a los cargadores, demandando que se facilite el pago, permitiendo que sea en efectivo o que haya una aplicación única, en lugar de la variedad actual, que lleva a la confusión de los usuarios. El segundo tiene que ver con mejorar la gestión de las ayudas del Plan Moves, demandando que se descuenten de forma directa en la compra, en lugar de tener que esperar meses, como ocurre actualmente.