A escasas horas de unos comicios generales, la polémica principal se centra en la implantación de peajes en las autovías. La crisis arrancó la semana pasada con unas declaraciones del propio responsable de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro. A través de los micrófonos, afirmó que en 2024 España empezaría a aplicar peajes en las autovías del país, aunque rápidamente fue desmentido por el Gobierno y la propia DGT. Hoy, sin embargo, es Europa la que corrige al Ejecutivo nacional al reconocer que sí tendrán que entrar en vigor tras sellar hace meses un acuerdo.
Los peajes no son nada extraño. En muchas carreteras del país existen tramos de pago por uso. Es una fórmula compartida entre el Ente público y empresas privadas para mantener en buen estado las carreteras del país. Sin embargo, los tramos de pago son cada vez menos, ya que muchas concesiones no han sido renovadas a lo largo de estos últimos años. A pesar de ese efecto positivo de liberalización, el próximo paso es que la excepción se convierta en la norma. Así lo acordó el Gobierno de Pedro Sánchez hace meses, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha surgido la polémica.
No es nada positivo que en plena campaña electoral, con la economía en un estado de gran debilidad, se anuncie la entrada en vigor de peajes por el uso y disfrute de autovías que los españoles ya han pagado a través de sus impuestos. Tras corregir rápidamente a Pere Navarro, la Unión Europea ha salido al quite para corregir, a su vez, al propio Gobierno central. Si nada cambia, Europa exigirá a España que cumpla con el acuerdo firmado que le dio acceso a fondos de recuperación tras la crisis generada por la pandemia de la COVID-19. ¿Qué es lo que ha pasado exactamente?

Como tal, Europa no tiene competencias para promover la implantación de peajes en las carreteras de España. Sin embargo, tras la pandemia, la Unión Europea puso a disposición de los diferentes estados miembros unos fondos para estimular la recuperación una vez superado el parón del 2020. Acceder a esos fondos no era obligatorio, pero sí exigían ciertos requisitos para poder disponer de ellos. Bruselas demandaba aplicar reformas económicas a los países, ya fuesen recortes o incrementos de recaudación. En este caso, España propuso la implantación de peajes en las autovías. Europa aceptó los términos y el Gobierno central quedó comprometido a instalar los criticados peajes a partir de 2024.
Tras las declaraciones institucionales de la semana pasada, diversas fuentes del Gobierno aseguraron que la llegada de los peajes se debía a una obligación europea, algo que ahora ha sido desmentido. Fue el propio Ejecutivo el que se comprometió a ello para poder acceder a los fondos. Ahora, Europa exige que España aplique las medidas que quedaron estampadas en el acuerdo.
¿Llegarán los peajes en 2024?
Ahora mismo, tal y como estipula el acuerdo con Europa, sí. España está obligada a cumplir con los requisitos acordados, aunque todavía es posible que estos no lleguen a aplicarse. España podría intentar firmar otro acuerdo que satisfaga los intereses de Europa y que no incluya el pago por uso en las autovías, pero eso supondrá que la recaudación llegará por otra vía y nada está garantizado. Lo que está claro es que esta polémica ha llegado en un momento muy delicado.