Además de los avances en baterías o las mejoras continuas en aerodinámica, los coches eléctricos del futuro no muy lejano ganarán autonomía gracias también a un nuevo diseño de sus frenos. Los llamados 'Green Caliper' (pinza verde, traducido al castellano) son unos frenos desarrollados por Continental significativamente más ligeros y con los que se aumentará la autonomía de los coches eléctricos donde vayan montados.
Se trata de un nuevo desarrollo de Continental, uno de los proveedores más importantes de la industria a nivel mundial, consistente en unas pinzas de freno (para frenos de disco, lógicamente) más ligera que las actuales y con un par de frenado residual más bajo gracias a una menor fricción entre la pastilla de freno y el disco.
Este nuevo diseño de la pinza permite ahorrar hasta dos kilogramos en cada pinza de freno, más otros tres kilogramos por disco, ya que el disco también es mucho delgado y ligero. En total se ahorran hasta cinco kilos por rueda, una dieta que no solamente contribuye a reducir el consumo y aumentar la autonomía de un coche eléctrico, sino que también repercute en una mejor dinámica de conducción gracias a la reducción de masas no suspendidas. Todos salimos ganando.

La otra ventaja tiene que ver con la reducción de la fricción. Un avance que ha sido posible gracias a que el desarrollo de la pinza se ha orientado específicamente a cumplir los requisitos de un freno en un vehículo eléctrico.
A diferencia de los frenos de un vehículo convencional, los de un coche eléctrico se activan con mucha menos frecuencia. En más del 80% de las situaciones de desaceleración, un vehículo eléctrico decelera gracias al sistema de recuperación de energía (hasta unos 0,3 g de deceleración), de manera que el freno hidráulico no es necesario salvo en frenadas más intensas o en frenadas de emergencia.
La zona de transición entre la frenada de recuperación y los frenos de disco está controlada por el sistema electrónico de frenado, de manera que los frenos sólo actúan más allá de este punto. Los desarrolladores de Continental han diseñado una pinza más compacta y pastillas de freno más pequeñas y más delgadas. Al mismo tiempo, la pinza de freno más pequeña con su menor altura permite la instalación de un disco de freno de mayor diámetro y, gracias a la reducción de la carga térmica, mucho más delgado, lo que ahorra más peso. Aplicando la misma fuerza en la pinza, se logra mayor potencia de deceleración.

En aras de la eficiencia, la 'Pinza verde' cuenta con una retracción activa de las pastillas de freno después de cada frenada. Esto reduce el par de frenado residual entre las pastillas y el disco a menos de 0,2 newtons, lo que significa un funcionamiento prácticamente sin pérdidas de energía por fricción. Otra innovación en el diseño garantiza que el espacio de aire entre la pastilla y el disco sea mayor y se distribuya uniformemente en ambos lados del freno.
En combinación con el sistema de frenado por cable y un pedal electrónico, la trayectoria más larga de las pastillas (hecho así para reducir el par residual) no tiene ningún efecto perceptible para el conductor en el pedal de freno. De esta manera, Continental asegura que con estas pinzas deja de existir ese tacto "extraño" en el pedal del freno de los eléctricos y algunos híbridos enchufables en la zona de transición entre un sistema de frenado y otro.
Continental asegura que esta tecnología ya está lista para la producción, y la pinza de freno Green Caliper se podrá integrarse en los vehículos de producción con el habitual plazo de desarrollo de dos a tres años.