Durante años, la autonomía ha sido uno de los mayores frenos a la hora de comprar un coche eléctrico. El concepto de "ansiedad de autonomía" es una expresión muy repetida para describir el miedo de no llegar al destino por falta de batería. Sin embargo, esta preocupación se ha ido disipando. Actualmente, la mayoría de los coches eléctricos nuevos ofrecen más de 400 kilómetros reales, más que suficiente para cubrir los desplazamientos diarios de la mayoría de los conductores. Además, la red de recarga pública se ha multiplicado gracias al impulso de los operadores.
El reto está los coche eléctricos sean capaces de soportar la comparación con los coches de combustión tradicionales, cuyo repostaje se realiza en apenas cinco minutos. La movilidad eléctrica propone una experiencia diferente y más cómoda: cargar el coche en casa mientras dormimos o en el trabajo durante el día. Para viajes largos es imprescindible la expansión de los cargadores ultrarrápidos con los que la recarga no se demore más allá de 20 minutos.
Pero, ¿qué pasa si de verdad se agota la batería?
Quedarse sin batería en un coche eléctrico genera mucho nerviosismo, pero no es una situación sin solución, pero puede ocurrir y para la que hay que estar preparados. Por eso, es necesario tener claras una serie de pautas para actuar en un momento como este desde la seguridad hasta las soluciones legales, prácticas y tecnológicas.
Seguridad
Cuando la batería se agota completamente, lo primero es apartar el vehículo a un lugar seguro. Si es en una autopista, lo mejor es intentar salir por la próxima salida. Si no es posible, hay que tratar de estacionar en el arcén o una zona de emergencia, activar los intermitentes de emergencia y usar dispositivos homologados como el chaleco reflectante obligatorio, la luz V‑16 o incluso los tradicionales triángulos.
No abandonar tu coche, vestir reflectante y señalizar evita multas y reduce riesgos. Una parada inapropiada puede acarrear sanciones de hasta 200 €, según el Reglamento General de Circulación.
Llamada al seguro y a los servicios de asistencia
Una vez retirado de la calzada, contacta con el seguro o servicio de asistencia. Las pólizas específicas para coches eléctricos suelen incluir remolque o grúa hacia el punto de recarga más cercano.
Algunas compañías ya ofrecen carga móvil in situ mediante grúas equipadas con cargadores de 7 kW o 22 kW que proporcionan suficiente energía para alcanzar una electrolinera. Es importante que al llamar a la grúa, se especifique que el coche es eléctrico. Estos no deben ser remolcados de forma ‘tradicional’, ya que se puede dañar el sistema. Solo se recomienda remolque sobre plataforma o en grúa con calzas.
Legalidad y sanciones
Legalmente, quedarse sin batería no es infracción. No hay multa por agotar totalmente la autonomía de un coche eléctrico, ya que se trata de una situación equiparable a quedarse sin gasolina. Lo que hay que tener en cuenta es que sí son sancionables las consecuencias de esta situación, como el estacionamiento indebido o conducción negligente, que pueden variar entre 200 y 3.000 euros
Tecnologías embarcadas y opciones prácticas a tomar de manera inmediata
Algunos modelos tienen modos de emergencia que permiten seguir circulando al 0% de batería. La mayoría de los coches eléctricos cuentan con un modo tortuga que reduce drásticamente velocidad y el consumo para llegar a un punto de carga y con los que es posible recorrer distancias que en algunos casos pueden llegar hasta los 30 km.
Entre las buenas prácticas a llevar a cabo cuando ocurre esta situación, están, el ya comentado aviso a la grúa privada especializada en eléctricos, que puede ofrecer recarga in situ o transporte del vehículo.
Los cargadores portátiles pueden ser una opción en estos casos. Aunque lentos, son útiles para ganar la autonomía suficiente para alcanzar una estación próxima. En estos casos se requiere compatibilidad y certificaciones de seguridad. Pueden estar conectados a la red eléctrica o a un generador portátil de gasolina o diésel.
Prevención: planificar el viaje y monitorizar el vehículo
Entre las actuaciones a realizar antes de iniciar un viaje en coche eléctrico están:
- Planificar rutas con paradas estratégicas en estaciones de recarga preseleccionadas. La consulta de las aplicaciones de los diferentes operadores de carga o de la propia información incluida en el software del coche es, todavía, completamente imprescindible.
- Mantener siempre un margen de autonomía, por ejemplo cargando entre el 20% y el 80%, y no dejar que baje del 20% .
- Conducir con eficiencia: activar modo ECO, usar freno regenerativo, evitar climatización intensa, aceleraciones bruscas o rutas de alto consumo (cuestas, autopista) .
- Contar con cargador portátil en el maletero: puede proporcionar autonomía de seguridad. Revisar su compatibilidad antes de comprar .
- Ser consciente de la degradación de la batería: con el tiempo disminuye autonomía real. Revisar el estado y consumo real frente al homologado.