¿Qué puede hacer Europa para proteger a sus fabricantes históricamente asentados y constituidos en el Viejo Continente? Esta cuestión está presente en todas las directivas de las marcas automovilísticas desde la irrupción de las firmas chinas, que cuentan con un menor coste de fabricación y, por lo tanto, menores precios de venta. Una desventaja insalvable para compañías como Stellantis, pero que a Mercedes-Benz no le parece tan problemática.
En el punto de mira de Stellantis están las firmas de origen oriental desde hace algunos años. Carlos Tavares, su CEO, ha expresado en numerosas ocasiones su posicionamiento como principal defensor de una legislación proteccionista en Europa sobre la exportación de vehículos. Por otra parte, el propio Enmanuel Macron, presidente francés, está de acuerdo con estas declaraciones y aboga por unas leyes similares.
El pasado martes 30 de mayo de 2023, durante la inauguración de la planta conjunta de baterías para coches eléctricos en el norte de Francia, Tavares reiteró esta opinión. Los líderes europeos “deberían acudir en ayuda de los fabricantes locales que luchan por mantener el ritmo de las firmas orientales".
El responsable ha afirmado varias veces que Europa se encuentra en un desequilibrio con la industria china que, además de contar con un menor coste de mano y mayor acceso a las materias primas, también lleva años de ventaja en cuando al desarrollo de vehículos eléctricos. Todo ello provoca una importante desventaja para las compañías europeas: “La industria automotriz europea debe ser protegida durante el periodo de recuperación”. Con esto, Tavares, se refiere al periodo que tarden las empresas autóctonas en conseguir igualar a las chinas en la mayoría de los apartados.
Además, aseguró: “creo que sería razonable hacerlo, al menos de forma decreciente, para que estemos realmente en igualdad de condiciones, dado que el desequilibrio se ha producido porque la normativa europea se ha fijado precisamente en las competencias más fuertes de nuestros rivales asiáticos”.
Junto a Tavares también estaba Ola Kallenius, CEO de Mercedes-Benz, quien difiere en este posicionamiento y aboga por la rotunda negativa ante leyes proteccionistas. Esto es un claro guiño para la empresa de la que es el responsable, dado que la firma alemana cuenta con el 40% de su producción en el mercado asiático (más del doble de lo que supone el norteamericano, por ejemplo). También dispone allí de plantas de producción y, por lo tanto, aceptar estas medidas podría suponer un importante descalabro para la marca de la estrella.
En declaraciones a Bloomberg realizadas durante la inauguración, Kallenius asegura que el libre comercio mundial es algo de lo que no se puede huir ya que proporciona “un enorme crecimiento económico y generación de riqueza. Hagamos lo que hagamos, tenemos que proteger ese marco y no volver a lo que en algunos casos parece una solución fácil hacia el proteccionismo”.
En su opinión, no se debe temer a las importaciones de vehículos chinos. “Hay que asegurarse de que nuestros productos sean los más deseables en el mercado, donde sea que estemos”. También ha puntualizado que, aunque actualmente la diferencia entre los fabricantes chinos y europeos es notable, a medio o largo plazo, esto se allanará, quedando nuevamente en igualdad en prácticamente todos los aspectos.
