La española Stark Future, fabricante de motocicletas eléctricas off-road, acaba de dar un paso decisivo en su consolidación dentro del sector. La compañía, que revolucionó el motocross con la presentación de su modelo Stark Varg MX, ha cerrado una nueva ronda de inversión que eleva el capital total recaudado por la firma a más de 100 millones de euros.
A diferencia de los espectaculares desembolsos habituales en start-ups tecnológicas, este levantamiento se distinguió por su discreción: se cerró en apenas dos semanas, con el respaldo de los inversores ya presentes en el proyecto y la entrada selectiva de nuevas figuras, algunas vinculadas al universo MotoGP. Según el fundador y consejero delegado, Anton Wass, la compañía ofreció condiciones muy atractivas a quienes ya creían en la visión de Stark.
Una propuesta que convence
El entusiasmo de los inversores no se explica únicamente por el discurso innovador de la marca. El modelo Varg MX, su buque insignia, no solo ha logrado competir con las motos de gasolina más potentes, sino incluso superarlas en rendimiento. Con el título de se la moto de cross más potente jamás fabricada, acumula decenas de millones de kilómetros recorridos por sus usuarios y ha convencido a muchos pilotos para pasarse a la moto eléctrica. Su rendimiento fue tan superior que incluso llevó a los organizadores de los X-Games a prohibir la participación de estas motos, al considerar que las monturas de combustión no podían seguirles el ritmo.
Actualmente, Stark distribuye sus motos, la Stark Varg MX de cross y la Stark Varg EX de enduro (esta es la único matriculable) en más de 70 países, un crecimiento que explica por qué el interés financiero en la empresa no se detiene. Además, pronto podría llegar una opción matriculable con neumático lisos, la Stark Varg SM.
Un caso atípico: rentabilidad en tiempo récord
Lo que realmente distingue a Stark de otros fabricantes de motos eléctricas es su rápido camino hacia la rentabilidad. Tan solo dos años después de las primeras entregas, y con apenas seis desde su fundación, la firma no solo es rentable, sino que continúa mejorando márgenes y ampliando ingresos con cada ejercicio. En un sector en el que muchas compañías aún dependen fuertemente de la financiación externa, Stark se presenta como una rara excepción.
El futuro inmediato también promete novedades. La empresa ha adelantado que trabaja en nuevos productos “muy emocionantes”, aunque aún sin detalles concretos. Los rumores en el sector apuntan a que la compañía podría dar el salto a modelos de calle de otros segmentos, lo que ampliaría su campo de batalla frente a las motos de gasolina convencionales.
Si las próximas propuestas mantienen el espíritu y el éxito del modelo Varg, Stark Future podría no solo consolidar su liderazgo en el off-road eléctrico, sino también reconfigurar la competencia en el mercado global de las dos ruedas.