Durante la presentación de resultados de Škoda del pasado ejercicio, el fabricante checo adelantó parte de sus planes a corto plazo, dando a conocer que lanzará próximamente una serie de coches eléctricos cuya filosofía de diseño se articulará en torno al principio "Modern Solid", empezando a desvelarlos durante este mismo 2022, todos ellos de menor tamaño que el Škoda Enyaq iV eléctrico que ya conocemos. Se trata de un anuncio que supone una noticia de especial interés para Europa dadas las características con las que los modelos de Skoda suelen llegar al mercado.
De entre los modelos que ya han sido confirmados por la marca, habrá uno que se fabricará en España, y se basará sobre la plataforma para coches eléctricos de pequeño tamaño derivada de la MEB, denominada MEB-Small. Será un coche de tracción delantera cuya batería tendrá una capacidad máxima de hasta 62 kWh brutos y una autonomía que debería superar ligeramente la barrera de los 400 kilómetros homologados.
Es cierto que la plataforma está pensada para los segmentos A y B, pero está por ver si Škoda aplica sus conocimientos para acabar desarrollando sobre esta base un modelo del segmento C que llegue al mercado a mucho mejor precio que el Volkswagen ID.3. De no hacerlo la base para este modelo será la MEB y su batería podrá llegar hasta los 77 kWh con una autonomía homologada superior a los 500 kilómetros. Este podría ser el modelo de formato SUV cuya silueta ha dejado entrever la firma recientemente.
Independientemente de la plataforma sobre la que se base el más que probable modelo que se coloque en el segmento C, Škoda también tendrá un coche eléctrico de características urbanas que dará relevo al Škoda Citigo iV.
La relación entre características y precio, el punto fuerte de Škoda
Y es que, tal y como ha venido sucediendo estos últimos años con el lanzamiento de cada modelo, Škoda ha certificado su particular know-how (saber hacer) en lo relativo a aprovechamiento de recursos y posicionamiento de cada uno de estos modelos, acertando de llego con el enfoque de todos sus coches y situándolos con un precio más competitivo que el de sus rivales, lo que sugiera que con los coches eléctricos asequibles que están diseñando podrán poner al alcance de gran parte del público productos competentes.
De hecho, el apropiado planteamiento de los mismos ha llegado a propiciar, incluso, que Volkswagen haya tenido en más de una ocasión que revisar el porfolio de productos de sus firmas para que el resto de modelos del grupo no sufrieran el acierto de los de Škoda, pues los checos suelen ofrecer una relación entre calidad y precio superior a la del resto de firmas al gozar de especificaciones de segmentos superiores a cambio de un precio menor al habitual.
Tomando a los Scala y Octavia como ejemplo, son dos modelos que por cotas y especificaciones técnicas de sus propulsores militan en los segmentos C y D respectivamente, pero la firma checa no ha tomado las plataformas del que comúnmente se usan para este tipo de modelos.
Tomando el ejemplo del Scala, el compacto checo no toma la MQB sobre la que se asientan los modelos del grupo de similares medidas (los SEAT León, Audi A3 y Volkswagen Golf), sino que en su lugar se articulan en torno a bases ideadas para modelos de una categoría inferior; mientras que por medidas el Scala compite contra el Volkswagen Golf, su plataforma es la misma que la del Polo mientras que su precio se acota entre el Polo y el Golf. Por su parte, el Octavia hace lo propio contra el Passat tomando la plataforma del Golf.
Es precisamente este saber hacer de Škoda lo que hace especialmente llamativo el anuncio del lanzamiento de tres nuevos coches eléctricos que tanto por precio como por características se ubicarán por debajo del segmento D-SUV en el que milita el Škoda Enyaq iV.
