Elon Musk ha vuelto a centrarse en Tesla tras abandonar el Gobierno de Donald Trump. El empresario americano quiere ahora pisar el acelerador para lanzar al mundo la tecnología que, según él, dominará la industria del automóvil. Los coches autónomos están llamados a cambiar la forma en la que nos movemos, pero todavía queda mucho tiempo, no se sabe cuánto, para que sea así. A pesar de ello, Tesla y Elon Musk parecen empeñados en llevar la contraria. ¿Está el mundo preparado para los coches autónomos de Tesla? Las autoridades americanas creen que no y por eso le piden retrasar el lanzamiento al menos durante unos meses.
El año pasado Tesla presentó a todo el mundo su concepto de movilidad eléctrica para el futuro. La compañía de Elon Musk prometió que sus vehículos autónomos conseguirían relegar al ser humano a la posición de simple pasajero. Durante casi una década Musk ha estado prometiendo la conducción autónoma. De hecho, lleva años vendiéndose como tal a través de su paquete Full Self Driving (FSD), aunque en realidad es un asistente a la conducción de nivel 2. La verdadera conducción autónoma está catalogada con el nivel 5 y hoy por hoy no hay ningún fabricante sobre la faz de la tierra que alcance esa posición. Tesla quiere saltar tres escalones en cuestión de días.
Nuevo plazo para el 1 de septiembre
Los primeros Robotaxi ya circulan en fase de pruebas por las calles de Austin. La localidad tejana, sede de la compañía, será la primera del mundo en contar con los vehículos remotos de Tesla. Más adelante, según indicó el propio Musk, llegarán a localidades como San Francisco, San Antonio y Los Ángeles. Musk espera que en el plazo de un año haya más de un millón de coches autónomos circulando por las calles de Estados Unidos. Una promesa que se antoja complicada teniendo en cuenta que las autoridades de Texas le han pedido que no lance todavía su flota de coches autónomos. Los planes de la compañía fijan en el 22 de junio el día de puesta en marcha del servicio.
Tesla ya había retrasado esa fecha, inicialmente propuesta para el 12 de junio. Para que Musk pueda reclamar su victoria, los ingenieros tendrían que cumplir con el plazo, lo que, teniendo en cuenta el historial de la empresa, sería toda una novedad con respecto a la tradición de Tesla en lo relativo a conducción autónoma. Las autoridades de Texas podrían haberle dado un balón de oxígeno a Musk y a todo el departamento de ingeniería. Un grupo de siete legisladores con sede en Austin en el Senado y la Cámara de Representantes de Texas firmaron una carta pidiendo a Tesla que retrase su lanzamiento hasta septiembre.
“Como miembros de la delegación de Austin en el Senado y de la Cámara de Representantes de Texas, solicitamos formalmente a Tesla que posponga las operaciones de robotaxi autónomos hasta que la nueva ley entre en vigor el 1 de septiembre de 2025. Creemos que esto beneficia tanto a la seguridad pública como a la confianza pública en las operaciones de Tesla. Si Tesla decide mantener la fecha de lanzamiento del 22 de junio de 2025, le solicitamos que responda a esta carta con información detallada que demuestre que Tesla cumplirá con la nueva ley al iniciar las operaciones de vehículos sin conductor en Austin”.
Si bien la tecnología permite la llegada de coches autónomos, el problema es el ecosistema en el que estos entran. Es necesario realizar grandes cambios a nivel legislativo y circulatorio para poder garantizar la seguridad de los usuarios y del resto de conductores de la carretera. No es tan fácil como Tesla propone. Cada país, incluso cada estado, toma las medidas que considera oportunas para fijar un marco regulatorio con respecto al coche autónomo. Texas quiere fijar sus propias leyes, pero estas no entrarán en vigor hasta el 1 de septiembre. Sin querer, o queriendo, las autoridades pueden haberle concedido a Tesla un periodo de gracia de casi tres meses para completar el desarrollo de sus Robotaxis. Ahora queda pendiente que Musk y Tesla se pronuncien al respecto y tomen una decisión que, en este caso, no debería suponer connotaciones económicas negativas.