Los combustibles sintéticos no le solucionarán la papeleta a los motores de combustión

Los motores de combustión tienen su caballo de Troya en los combustibles sintéticos, porque realmente no son la solución para mantenerlos vivos más allá de 2035.

 La UE abre la puerta a permitir la venta de vehículos impulsados por combustibles sintéticos más allá del 2035.
La UE abre la puerta a permitir la venta de vehículos impulsados por combustibles sintéticos más allá del 2035.
22/10/2022 11:43
Actualizado a 22/10/2022 11:44

Los combustibles sintéticos se presentan como la solución para mantener vivos de manera sostenible los motores de combustión interna más allá de 2035. Sin embargo, un análisis reciente realizado por Transport & Environment, basado en los datos proporcionados por los fabricantes de combustibles sintéticos, muestra que las posibilidades de que todos ellos los utilicen en 2035 son muy bajas. Solo el 2 % de los automóviles que circularán por las carreteras de Europa en 2035 funcionarán con combustibles sintéticos.

Se conoce como combustible o carburante sintético a aquel que no procede de fuente de energía fósil. Se obtiene de un proceso químico con base en el hidrógeno y la energía que se empela es renovable. Se trata por lo tanto de un combustible 100 % limpio. Su mayor densidad energética respecto a las baterías electroquímicas hace que puedan considerarse una alternativa a estas. Con ellos, los motores de combustión podrían considerarse neutrales en emisiones de carbono.

Su proceso de fabricación captura CO2 en lugar de liberarlo ya que este gas actúa como materia prima. El primer paso es obtener hidrógeno a partir de agua mediante electrolisis y posteriormente añadir CO2 para generar el combustible líquido. Este proviene del reciclado o por su captura del aire mediante filtros especiales. Combinando ambos se obtiene el combustible sintético (metano que puede ser gasolina, diésel, gas o queroseno.

Si bien es complicado conocer con certeza qué sucederá dentro de 13 años, los autores del análisis afirman que los fabricantes de estos combustibles no podrán aumentar la producción a un nivel que se acerque a la demanda real. El análisis se centró en los proveedores de combustibles sintéticos en Europa incluyendo incluso aquellos que no se fabrican sin emisiones. Si solo existieran estos últimos, serían aún más escasos.

La importación de combustibles desde otras regiones no será una solución que se adecúe a la demanda, ya que la capacidad para fabricarlos de manera neutral para el clima y transportarlos no existe a este nivel. Además, aseguran que intentar hacerlo retrasaría los esfuerzos para descarbonizar los países en desarrollo.

Según las estimaciones, en el año 2035 se alcanzaría suficiente producción de combustibles sintéticos como para suministrar a cinco de los 287 millones de vehículos que circularán por las carreteras europeas. Si bien esos 287 millones de vehículos no serán de combustión, tampoco los 282 restantes serán vehículos eléctricos.

Ninguna variante será factible. La imagen real será muy diferente. Yoann Gimbert, analista de movilidad eléctrica en Transport&Environment, asegura que los combustibles sintéticos son "el caballo de Troya para la industria de los combustibles fósiles", porque realmente no son la solución para mantenerlos vivos más allá de 2035 y confiar en ellos se convertirá en una “traición”.

Además, el analista afirma que sería mejor que fueran los aviones y los barcos los que usaran esos combustibles sintéticos, en lugar de hacerlo los automóviles, ya que se trata de sectores cuya electrificación es compleja y sí ayudarían a su descarbonización.

Sobre la firma
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Gonzalo García

Redactor y probador especializado en vehículos eléctricos y movilidad sostenible. Escribe en Híbridos y Eléctricos desde 2017. Es ingeniero de Caminos por la Universidad Politécnica de Madrid y Técnico especialista en vehículos híbridos y eléctricos por la SEAS. Ha trabajado en medios como Movilidad Eléctrica y Km77.