Para algunos fabricantes, hay desafíos más allá de vender la mayor cantidad de coches todos los meses y, por suerte, algunos tienen las ganas y el presupuesto para afrontar proyectos tan interesantes como el que tiene en marcha MG.
Se han propuesto destrozar el récord de velocidad establecido con un hypercar que tiene un coeficiente de resistencia al aire muy bajo, que han cifrado en 0,181.
Lo consigue fruto de un diseño trabajado a conciencia, con líneas muy curvas, y que sustituye a la versión antigua del MG EXE181, de la que toma prestado el nombre. Por entonces, en 1957, se logró una velocidad punta de 410,97 kilómetros/hora.
Cómo intentará destrozar el récord

Esta nueva evolución tiene que mejorar esa cifra, y la marca parece tener claro que lo conseguirá muy pronto. De hecho, el vehículo creado para romper el récord de velocidad sobre la tierra se va a poder ver en Beijing, durante el Auto China 2024, que arranca el 25 de abril.
Esta propuesta deja clara la obsesión de SAIC Motor con la velocidad y con hacer algo más que coches eléctricos de bajo coste para amasar cuota de mercado, que también.
Lo que veremos en la cita asiática será el resultado del trabajo en un monoplaza con cuatro motores eléctricos y que anuncia una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 1,9 segundos.

Eso lo pone al nivel de otros automóviles de su talla, como el de Rimac o el de Lucid, aunque todavía tiene que llegar ese Tesla Roadster con el que Elon Musk promete lograr los 100 kilómetros/hora desde parado en un segundo, aunque en realidad dijo que haría el 0 a 96 km/h por debajo de esa cifra.
Este MG EXE181, que más bien parece un Vision Gran Turismo, todavía tiene por delante una promesa de romper el citado récord en su categoría, aunque de momento no es el que mejor coeficiente aerodinámico tiene de la historia, como tampoco el más rápido en acelerar hasta los 100 km/h.

Si el exterior es ya de por sí futurista, el interior no lo es menos. El habitáculo con espacio para una sola persona dispone de un volante de tipo yugo, con una pantalla digital integrada. Realmente da la sensación de estar un coche de carreras, como si de una evolución de un LMP1 o hypercar del Mundial de Resistencia se tratase.
Por supuesto, y aunque no lo diga MG, la tracción total y los más de 1.000 CV de potencia son un valor seguro en este atípico MG, que obviamente no pisará lo concesionarios porque no se va a fabricar más que la unidad para intentar hacer historia.