Europa soñaba con independizarse de China fabricando sus propias baterías, pero está viendo la cruda realidad

China lleva demasiados años de ventaja en cuanto a desarrollo de baterías para coches eléctricos y, aunque Europa está haciendo el mayor de los esfuerzos, lo cierto es que prácticamente todos los proyectos iniciados están fracasando.

La mayoría de los proyectos en manos de fabricantes europeos están paralizados.
La mayoría de los proyectos en manos de fabricantes europeos están paralizados.
11/12/2024 12:00
Actualizado a 11/12/2024 12:00

Sobre el papel, parece fácil eso de que la solución de Europa para dejar de depender de China pase por fabricar unas baterías para vehículos eléctricos propias. Pero en la práctica no es una tarea sencilla, y los estamos viendo en los acontecimientos que se han venido sucediendo en los últimos meses.

Los fabricantes chinos llevan años de ventaja al resto, y de hecho los aranceles que ha impuesto la Unión Europa y Estados Unidos están tratando de frenar todo lo posible esta superioridad, en un intento de proteger a las marcas locales, muchas de estas asfixiadas por la dura competencia que llega desde el país asiático.

Europa tendrá que seguir dependiendo de China

China controla el mercado de las baterías, y lo seguirá haciendo a corto y medio plazo.
China controla el mercado de las baterías, y lo seguirá haciendo a corto y medio plazo.

Mientras esto ocurre, algunas empresas europeas llevan un tiempo tratando de convertirse en dignas sustitutas de las firmas chinas, especialmente en cuanto a suministro de baterías para vehículos eléctricos se refiere.

No está siendo fácil, pues luchan contra gigantes como CATL y BYD, que son los principales fabricantes de paquetes de baterías a nivel mundial, y responsables de que China controle el sector. Si bien en 2021 ostentaba el 79% del mercado, los expertos estiman que para 2025 seguirá comercializando entre el 65 y el 70% de las baterías a nivel global.

Los intentos de Europa de acabar con esta dependencia, que no son pocos, están encontrándose con serios obstáculos, y potenciales compañías como Northvolt han tenido que asumir la bancarrota. Todo a pesar de tener el apoyo de fabricantes de coches tan importantes como BMW o el Grupo Volkswagen.

Sueños que se desvanecen, y que hacen a la Unión Europea y al resto del mundo darse cuenta de una realidad que, por otra parte, algunos ya tenían asumida.

Si nos ceñimos a Europa, 12 de las 16 fábricas de baterías para vehículos eléctricos que había proyectadas ahora mismo están canceladas o han retrasado su puesta en marcha por falta de apoyo financiero. Por ejemplo, las lideradas por Mercedes-Benz y Stellantis, entre otras.

China está sacando partido de la situación

Northvolt era la gran promesa, pero ha tenido que asumir la quiebra.
Northvolt era la gran promesa, pero ha tenido que asumir la quiebra.

Y eso que contar con subvenciones tampoco es sinónimo de garantía, pues en el caso de la empresa sueca Northvolt estamos hablando de uno de los proyectos con mejor financiación en la historia de la Unión Europea.

Frente a esta realidad, China tiene 10 de los 13 proyectos iniciados en Europa todavía en marcha, como el de Samsung, y aprovechará la decadencia de los fabricantes locales para sacar tajada y seguir creciendo.

Decíamos hace unos meses, que la oportunidad de sacar cabeza por parte de las firmas europeas era la tecnología de las baterías de estado sólido, pero China se está posicionando con más fuerza en este sentido también, y en los próximos años podría asestar el golpe definitivo.