Elegir el nombre Capri para un coche que no sea un deportivo de dos puertas ha levantado revuelo. En los últimos años, Ford ha recuperado el nombre de Puma, reinventó el del Mustang con el Mach-E y ahora le toca al nuevo Ford Capri. No tiene nada que ver con el modelo del siglo pasado -salvo algunas reminiscencias estilísticas-, pero es un SUV muy interesante con un precio que le puede hacer triunfar.
El Ford Capri original fue un coupé deportivo que nació a finales de los años 60 (en 1968 concretamente) del cual se vendieron casi 2 millones de unidades hasta que dejó de fabricarse en 1986. Era algo así como una especie de Ford Mustang europeo, más pequeño y con menos apetito de gasolina, pero con un atractivo indudable.
El nuevo Capri de 2025 es un SUV eléctrico construido sobre la plataforma MEB de Volkswagen. Sí, has leído bien. Este coche, igual que el Explorer eléctrico, es fruto de un acuerdo que tiene Ford con la compañía alemana. Pero Ford no se ha conformado con coger la misma plataforma y ponerle una carrocería diferente: hay mucha ingeniería detrás por parte de Ford, hasta el punto de que este Capri va mejor y gasta bastante menos que un Volkswagen ID.4 de la misma potencia y batería.

Según Ford, el perfil de cliente de este nuevo modelo son padres y madres entre 25 y 44 años, con hijos menores de edad en la mayoría de casos. Lógicamente, con mucha afición por la tecnología y que realizan viajes por carretera de manera eventual. Y es que este SUV eléctrico tiene mucha autonomía, como veremos a continuación.
Buen sistema multimedia, una pantalla que se mueve... Y algún detalle mejorable
El Capri cumple como vehículo familiar. Es amplio, tiene muy buen maletero y muchos huecos en el interior para dejar objetos de todo tipo. Entre los asientos delanteros hay una enorme espacio-guantera (Ford lo llama "MegaConsola") con 17 litros de almacenamiento y una profundidad suficiente para dejar botellas de agua de 1,5 litros o un ordenador portátil. Por delante de esta guantera hay otro espacio para dejar dos vasos y, por delante, un hueco para dejar dos móviles (sólo uno de ellos tiene cargador).

La pantalla vertical del sistema multimedia SYNC Move tiene 14,6 pulgadas de diagonal y se puede mover arriba y abajo. En su posición más alta, deja un hueco para dejar objetos. En el caso de colocarla en la posición más baja, tiene un bloqueo mecánico para crear una pequeña guantera cerrada (Ford lo denomina "My Private Locker"). En cuanto al sistema multimedia, funciona bien en todos los aspectos que se pueden pedir: la información y los diferentes menús están bien ordenados, es intuitivo y fácil de manejar y la pantalla tiene muy buena resolución.
Según el nivel de equipamiento, los asientos pueden tener tapicería mixta de piel y símil de cuero, o estar completamente tapizados en símil de cuero. En cualquier caso, siempre tienen calefacción y el asiento del conductor también tiene función masaje. Opcionalmente se pueden equipar unos asientos delanteros ergonómicos (con homologación AGR).

Aunque el salpicadero, el volante y la consola central son muy diferentes a cualquier modelo de la plataforma MEB, tiene semejanzas en dos puntos mejorables: el Capri mantiene la poco ergonómica botonera de los elevalunas (con dos botones + botón REAR) y los botones hápticos del volante, que a veces son un poco fastidiosos de utilizar. El volante, por cierto, tiene agujeros en el radio inferior evocando al volante del Capri original.
El mayor tamaño respecto al Explorer se traslada al maletero
A nivel técnico, el nuevo Ford Capri comparte plataforma y tecnología con el Ford Explorer, pero es más grande que este último. El Capri mide 4,63 metros de largo, 16 centímetros más que el Explorer eléctrico y prácticamente lo mismo que un Ford Kuga.
La distancia entre ejes es exactamente la misma que en el Explorer (2.767 mm) y el espacio en las plazas traseras, muy similar, buena en ambos casos. La mayor longitud del Capri se utiliza para ganar maletero, que con 572 litros de capacidad es notablemente mayor que el maletero del Explorer (470 litros).

Se vende con tres motorizaciones diferentes (entre paréntesis su nombre comercial):
- Tracción trasera, 170 CV y batería de 52 kWh (Capri Rango Standard RWD)
- Tracción trasera, 286 CV y batería de 77 kWh (Capri Rango Extendido RWD)
- Tracción AWD, 340 CV y batería de 79 kWh (Capri Rango Extendido AWD)
Para cada una de ellas existen dos niveles de equipamiento: Capri y Capri Premium. Así pues, tenemos un total de seis versiones con autonomías comprendidas entre 374 y 627 kilómetros, según la motorización y el nivel de equipamiento.
Probamos el Ford Capri con más autonomía
En nuestro caso, probamos el Ford Capri Rango Extendido RWD, es decir, la versión de mayor autonomía: 627 kilómetros en ciclo combinado, según homologación WLTP. El dato de consumo homologado es de 13,8 kWh/100 km, casi un veinte por ciento inferior al consumo homologado del Volkswagen ID.4 con la misma potencia, la misma batería y el mismo tamaño de neumáticos (y sin bomba de calor en ambos casos). Nuestra unidad equipaba las llantas opcionales de 20 pulgadas, que aumentan ligeramente el consumo respecto a las llantas de serie de 19 pulgadas.

Llegados a este punto, preguntamos a la gente de Ford España cómo han conseguido reducir el consumo hasta ese punto. Aunque no dieron demasiados detalles técnicos, nos aseguraron que Ford ha trabajado durante más de dos años en esta plataforma, logrando reducir el consumo de manera muy notable, además de mejorar la dinámica de conducción para darle un toque más Ford. Y vaya si lo han conseguido.
Durante nuestra toma de contacto, salimos desde el norte de Madrid hasta Buitrago del Lozoya, con una buena ración de carreteras de curvas. Desde ahí fuimos a Rascafría y después a Navacerrada, subiendo el puerto que ya luce las primeras nieves de la temporada. A la vuelta, volvimos a Madrid por una ruta más directa. Hicimos un total de 206 kilómetros, con la calefacción encendida en todo momento, y terminamos con un consumo medio de 18,5 kWh/100 km según el ordenador del coche.
Aunque no se pueden extraer las mismas conclusiones que en una prueba a fondo, es un consumo bastante bueno teniendo en cuenta la ruta, el ritmo de conducción (ágil), las temperaturas durante la prueba (mínima de 0º C en el puerto y máxima de 12º C) y el tamaño y potencia del vehículo. Con este consumo, una carga completa nos daría para hacer unos 416 kilómetros reales.

La carga rápida del 10 al 80% requiere 26 minutos en la versión de batería grande y tracción total (185 kW de potencia pico de carga) y 28 minutos en la versión de 77 kWh y tracción trasera (135 kW de potencia pico). En corriente continua ambas cargan a 11 kW de potencia máxima.
Además de gastar menos, con el Capri te sientes más conectado a la carretera que en un Volkswagen ID.4. La dirección sigue siendo eléctrica, como es normal en los coches modernos, y no es la más comunicativa del mundo, pero tiene mejor tacto que en el Volkswagen y se siente menos artificial. Es cómodo para viajar por carretera y autopista y, aunque no tiene la agilidad de un Mustang Mach-E, es fácil conducir el Capri a un ritmo rápido en zonas de curvas.

No pudimos callejear por ciudad, pero desde el asiento del conductor se siente un coche grande y ancho. En todo momento ves el musculoso capó, aunque regules el asiento en una posición baja, lo cual refuerza esa sensación. Sin embargo, gira en menos espacio que un Ford Fiesta: el Capri sólo necesita 9,7 metros para hacer un giro completo, poquísimo para un SUV de su tamaño.
Precios Ford Capri 2025 y equipamiento

Una de las grandes bazas del Ford Capri está en el precio. Con los descuentos de la marca, pero sin ayudas estatales, los precios arrancan en 40.300 euros para la versión de batería pequeña y 170 caballos de potencia. En el caso de tener ayudas del Plan Moves (que previsiblemente volverán en unas semanas), se puede quedar en 33.300 euros.
Las versiones Rango Extendido arrancan en 45.000 euros, un precio realmente competitivo dadas las características del vehículo. El Capri más interesante es, a nuestro parecer, el Capri con batería de 77 kWh, 286 CV y tracción trasera, es decir, la versión de mayor autonomía. Ningún otro SUV eléctrico ofrece este nivel de autonomía por menos dinero.
A continuación se detallan los precios (con descuentos de la marca y sin ayudas estatales) de las seis versiones del modelo:
- Capri RWD 52 kWh 170 CV: 40.300 euros
- Capri Premium RWD 52 kWh 170 CV: 43.300 euros
- Capri RWD 77 kWh 286 CV: 45.000 euros
- Capri Premium RWD 77 kWh 286 CV: 48.000 euros
- Capri AWD 79 kWh 340 CV: 49.100 euros
- Capri Premium AWD 79 kWh 340 CV: 52.100 euros
El equipamiento de serie incluye sistema multimedia SYNC Move con pantalla de 14,6 pulgadas y navegador conectado a la nube, espejo retrovisor con atenuación automática, climatizador automático bizona, volante y asientos delanteros calefactados, asiento del conductor con función masaje, memoria y 12 posiciones eléctricas, acceso y arranque sin llave, Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, cargador de teléfono inalámbrico y sistema de sonido de 7 altavoces con barra de sonido, entre otros elementos.
En el apartado de asistentes a la conducción equipa de serie control de crucero adaptativo con Stop and Go, detector de ángulo muerto, alerta de salida segura, alerta de tráfico cruzado con frenado activo, asistente de dirección evasiva, alerta de cambio involuntario de carril, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara trasera y alerta de sentido contrario/dirección incorrecta, entre otros.

El Premium añade sobre lo anterior llantas de 20 pulgadas, tapicería en símil de cuero (Sensico), un sistema de sonido Bang&Olufsen de 10 altavoces con subwoofer y barra de sonido, iluminación ambiental regulable, portón trasero eléctrico y manos libres y faros LED matriciales con función antideslumbrante.
Opcionalmente se puede elegir Head-up Display (HUD), sistema de aparcamiento asistido, centrado activo de carril con asistente de cambio de carril y cámara 360 grados.
Se puede elegir en seis colores: blanco, Negro Agate, gris Magnetic, Amarillo Vivid, Azul My Mind y Rojo Lucid. El amarillo no tiene sobrecoste, mientras que el resto de colores cuestan entre 269 y 878 euros, según la pintura.