BYD presentó hace sólo unos meses su nueva estación de carga ultrarrápida con una potencia de hasta 1.000 kW. Con ella, los usuarios podrán recargar sus coches eléctricos en apenas unos pocos minutos. La llegada de esta tecnología al mercado chino ha sido mucho más rápida de lo esperado, de ahí que la cúpula de la marca ya esté pensando en su expansión hacia Europa.
Tal ha sido el despliegue de esta tecnología en China que BYD planeó tener 5.000 cargadores de 1.000 kW a lo largo de su primera año de vida. Sin embargo, el ritmo de instalación actual apunta a que finalmente podrían tener 15.000 unidades establecidas allí en ese periodo de tiempo. Tanto es así que sus primeros puntos llegarán a Europa mucho antes de lo estimado inicialmente.
BYD traerá sus cargadores ultrarrápidos a Europa antes de terminar el año 2025
Ha sido el medio Autocar quien ha tenido acceso a una entrevista con Stella Li, vicepresidenta de BYD. La directiva ha defendido que esta es una tecnología realmente rompedora para el sector de los coches eléctricos, ya que sus propietarios podrán recargar hasta 400 km de autonomía en sólo 5 minutos.
Este avance es ya una realidad en China junto a modelos como el BYD Han L y el BYD Tang L. En los próximos meses se irá expandiendo hacia nuevos modelos, incluyendo el Denza Z9GT que llegará a Europa a finales de año y todo apunta a que vendrá de la mano de estos nuevos cargadores.
Stella Li aseguró al mencionado medio que, aunque BYD no ha dado un plazo para la llegada de estos cargadores a Europa, lo cierto es que la responsable considera que este territorio “está en condiciones de poder adoptarla”. Concretamente, la marca estaría preparando ya su desembarco en Reino Unido para finales de 2025.
De hecho, como ya hemos afirmado, la llegada de Denza a Europa podría ser clave para su despliegue. “Todos los Denza tendrán esa tecnología”, afirmó Li. Con las nuevas instalaciones de cargadores ultrarrápidos, la directiva afirma: “Las estaciones de carga rápida podrán funcionar con otros coches eléctricos. El único problema es que el coche determina la potencia. Nuestros coches pueden soportar toda esa potencia”.
Finalmente, Stella Li puntualizó que esta tecnología será clave para la aceptación de los coches eléctricos en Europa. Su uso será tan sencillo y rápido como echar gasolina en un vehículo térmico. De hecho, la directiva asegura que con su implementación, los modelos eléctricos no necesitarán tener una gran autonomía: “Los clientes dirán, no me den más de 300 km de autonomía porque no quiero pagar el coste. Tampoco lo necesitarán”.
Pese a lo que se espera de esta prometedora tecnología, lo cierto es que por ahora sólo está disponible en los vehículos más altos de BYD, aunque su directiva espera que, en cuanto sus costes se apacigüen, podría instalarse en modelos más accesibles, como el Dolphin Surf. “Creo que BYD es la empresa que siempre puede hacer realidad un sueño”, apuntó.