Bill Gates ha dado un paso decisivo para integrar la energía nuclear avanzada en redes limpias y resilientes. A través de TerraPower, su iniciativa en colaboración con Bechtel lanza Natrium, un reactor de sodio líquido con almacenamiento térmico que podría convertirse en pieza clave para que el coche eléctrico pueda prosperar.
Natrium es un reactor nuclear modular de nueva generación, refrigerado por sodio y diseñado para operar con máximos estándares de seguridad y eficiencia. A diferencia de los reactores convencionales de agua presurizada, emplea sodio líquido, libre de riesgos de presión o explosiones. Además, cuenta con un sistema de almacenamiento de energía térmica mediante sal fundida de hasta 1 GWh, lo que permite gestionar la fluctuación de fuentes renovables como el viento y el sol.

La tecnología que apadrina Bill Gates
El desarrollo del coche eléctrico no depende únicamente de los motores o baterías: también necesita una fuente de energía limpia, continua y económica. Sin una red estable, la movilidad eléctrica se enfrenta a problemas como apagones, costes elevados de carga e imposibilidad de expansión masiva.
Natrium está pensado para ofrecer carga continua, evitar infrautilización de renovables y garantizar que los parques de cargadores rápidos operen sin restricciones. Será especialmente valioso en zonas densamente urbanizadas o durante picos de demanda .
Este reactor está pensado para funcionar con una potencia base de 345 MW, ampliable hasta 500 MW durante casi seis horas. Esa capacidad lo hace apto para alimentar una ciudad de tamaño medio o una red masiva de cargadores para vehículos eléctricos. Lo más sorprendente es su proyección de coste: alrededor de 1.000 millones de dólares por unidad, comparado con los 25.000 millones de los reactores atómicos tradicionales.
Entre las ventajas técnicas y energéticas que ofrece este sistema están:
- Seguridad pasiva: la refrigeración con sodio elimina el peligro de explosiones y de generación de vapor radiactivo.
- Menos residuos: la eficiencia en el uso del uranio, junto a un diseño modular, reduce el volumen de material radiactivo sobrante.
- Costes ajustados: menor coste inicial y tiempos de implementación reducidos respecto a los reactores grandes.
- Red descarbonizada más equilibrada: el reactor puede apoyar la carga de coches eléctricos durante horas punta, compensando la intermitencia de renovables.

Los desafíos a los que se enfrenta esta tecnología
A pesar de sus ventajas, el reactor Natrium se enfrenta al rechazo que provoca la energía nuclear en Europa: recelos públicos, regulaciones estrictas y políticas de desmantelamiento nuclear en países como Alemania. Además, aunque su tecnología reduce costes, sigue siendo compleja y costosa en su fase inicial.
No obstante, el resurgir de proyectos SMR (reactores modulares pequeños) y la inclusión de sistemas de almacenamiento térmico suponen un paso innovador que podría converger eficazmente con las redes eléctricas renovables.
Bill Gates, cofundador de TerraPower en 2006, ha sido uno de los principales impulsores del reactor Natrium. En su libro, “Cómo evitar un desastre climático”, defiende la energía nuclear avanzada como complemento esencial para lograr emisiones netas cero. Su visión radica en combinar innovaciones tecnológicas con una transformación global del sistema energético.

El proyecto piloto, apoyado por el Departamento de Energía de EE. UU. y financiación privada, se desarrolla actualmente en Wyoming y prevé estar operativo hacia 2030.
Natrium no busca sustituir las renovables, sino complementarlas, ofreciendo una red limpia y segura que impulse la adopción masiva de vehículos eléctricos. Su éxito puede facilitar todo un ecosistema: desde la producción de energía verde hasta la expansión de infraestructura de carga eficiente.