A muchos quizá os suene el nombre de Gumpert. A principios de siglo hizo su andadura como fabricante independiente, y llegó a crear el Gumpert Apollo: un superdeportivo alemán equipado con un potente motor V8 biturbo, ligero y muy radical, que llegó a batir récord en Nürburgring. En 2013 el fabricante quebró y años después, de alguna manera resurgió como bajo el nombre Apollo Automotive. Ahora, el nombre Gumpert vuelve a salir a la palestra con el Gumpert Nathalie: un deportivo alimentado gracias a una pila de combustible de metanol.
Si no fuese por su historial de idas y venidas en el negocio, podríamos tomar muy en serio cualquier cosa que saliera de Roland Gumpert. Este ingeniero alemán trabajó en Audi durante tres décadas y se le considera uno de los padres del mítico Audi Quattro, incluyendo las versiones de rallies (durante buena parte de su tiempo en Audi ejerció como jefe de la división Motorsport).
Gumpert Nathalie, el deportivo eléctrico con pila de combustible de metanol.
El alemán ahora cuenta con el respaldo de la compañía china Aiways, que pronto lanzará en Europa su primer SUV eléctrico de 25.000 euros, y está decidido a fabricar el Gumpert Nathalie. Se trata de un superdeportivo eléctrico con 544 CV de potencia y un par motor de más de 1.000 Nm, con tracción a las cuatro ruedas y capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 2,5 segundos.
Tiene cuatro motores eléctricos, uno por rueda, y una pila de combustible de metanol de 15 kW. La pila de combustible está situada bajo el capó delantero, donde también se aloja el reformador. Monta también una batería para almacenar la energía sobrante y aprovecharla cuando sea necesario, además de para calentar dicho reformador. Esencialmente, el principio de funcionamiento es análogo a una pila de combustible de hidrógeno: la pila de combustible sigue utilizando hidrógeno y aire para obtener la electricidad, pero en este caso la electricidad se consigue a partir de metanol en lugar de hidrógeno líquido.
El Gumpert Nathalie será legal para carretera pero podrá equipar una barra antivuelco homologada por la FIA.
Gumpert se ha decantado por el metanol porque le resulta un combustible más fácil de transportar, almacenar y distribuir que el hidrógeno; cualquier estación de servicio podría transformar uno de sus surtidores a metanol sin mayores incovenientes. Además, el Nathalie promete 820 kilómetros de autonomía y desde la marca aseguran que su depósito de 65 litros se recarga en tres minutos. La parte negativa es que en dicho reformado, el metanol se descompone en hidrógeno y CO2, por lo que emite dióxido de carbono.
El Gumpert Nathalie se presentará el próximo 18 de marzo y los planes del fabricantes pasan por vender 500 unidades en todo el mundo, con las primeras entregas previstas a principios de 2021. La edición especial de lanzamiento 'First Edition' costará 410.000 euros.
