Las nuevas baterías de estado sólido llevarán los coches eléctricos de Volkswagen a otro nivel

La llegada del electrolito sólido a las baterías de iones de litio promete ser revolucionaria para Volkswagen, multiplicando la autonomía de sus coches eléctricos hasta llevarla a alcanzar 750 kilómetros por carga.

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22/06/2018 16:07
Actualizado a 08/07/2018 14:13

Volkswagen ayer anunció una inversión de 100 millones de dólares en la empresa norteamericana QuantumScape para acelerar el desarrollo de las baterías de estado sólido. La llegada del electrolito sólido a las baterías de iones de litio promete ser revolucionaria, multiplicando la autonomía de los coches eléctricos, abaratando los costes y permitiendo diseños mucho más compactos y ligeros de los vehículos de cero emisiones, pero ¿hasta qué punto cambiará el paradigma del coche eléctrico con la llegada de esta tecnología?

El Grupo Volkswagen espera que la tecnología de baterías con electrolito cristalino –mejor conocidas como baterías de estado sólido– estará lista para desembarcar en el mercado de coches eléctricos para el año 2025. Esta misma fecha coincide con los pronósticos de BMW y Toyota, que están llevando de forma independiente sendos proyectos de investigación y desarrollo de la tecnología. Por entonces, los pronósticos de Volkswagen auguran que un coche eléctrico a baterías como el e-Golf –modelo con mayor autonomía de la marca alemana– podrá ofrecer hasta 750 kilómetros por carga al adoptar las nuevas baterías de electrolito sólido. Esto supondría un aumento de 2,5 veces la autonomía actual, cifrada en 299 km bajo el ciclo NEDC.

Pero el aumento de autonomía no es la única ventaja que traerá este tipo de baterías a los coches eléctricos de Volkswagen, sino que los procesos de carga se acortarán en gran medida. Marco Thömmes, jefe de desarrollo de los sistemas electrónicos y de baterías de Audi, ha reconocido en una entrevista que "son numerosas las ventajas" respecto a la tecnología actual, como la velocidad de carga ultrarrápida, que podría permitir recuperar la carga del vehículo en tan solo unos minutos. En cambio "también existen algunos inconvenientes", como la conductividad limitada de los materiales del electrodo y la dificultad intrínseca que supone fabricar este tipo de baterías a gran escala.

"Necesitaremos una nueva arquitectura electrónica y algoritmos inteligentes específicamente diseñados para llevar a cabo un control térmico de las baterías", dijo Thömmes. El ingeniero jefe se atrevió a adelantar cómo evolucionará la técnica de almacenamiento energético hacia "voltajes más altos con el fin de reducir las corrientes y el peso" de los sistemas eléctricos. "Bajando el amperaje reduciremos pérdidas, especialmente en la electrónica de la propulsión, a la vez que eliminaremos peso gracias a las secciones más reducidas para los conductores." La aplicación de materiales novedosos, como las nanopartículas de carburo de silicio (SiC) en el ánodo de las baterías "permitirá reducir también los tiempos de carga", como pudimos ver en el sistema de 800V del Audi Aicon.

Por el momento Volkswagen, propietaria de Audi entre otras marcas, asegura que ha sido la primer marca en realizar con éxito pruebas con esta tecnología aplicadas "a una escala comparable a la de un automóvil eléctrico", según publica Autocar. Esta es la primera vez que Volkswagen sitúa las nuevas baterías en una escala de tiempo, a pesar de que tiene planeado lanzar al mercado una gama completa de vehículos eléctricos en los próximos años, todos ellos derivados de la familia I.D. El primero de ellos debería llamarse Volkswagen Neo y saldrá a la venta en noviembre de 2019 con 400 o 600 kilómetros de autonomía. Para la siguiente generación de coches eléctricos, la tercera, Volkswagen espera tener lista la tecnología de baterías de estado sólido, con lo que se conseguirá llevar al siguiente nivel sus nuevos vehículos eléctricos.

Sobre la firma
Jorge J. Castells

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