Con solo 10 kg (la más liviana se queda en 9,9 kg), es una de las bicicletas eléctricas de carretera más ligeras y más bonitas que existen: la fabrica Scott y su nombre es Fastlane. La firma suiza ha sido clara en su dossier de prensa "su diseño es tan discreto que hay que mirarla dos veces para darse cuenta de que se trata de una bicicleta de carretera eléctrica".

Todo en su cuadro va encaminado a ofrecer una estética en la que no haya ni rastro de su condicicón de bicicleta eléctrica, como son el delgado tubo horizontal o la carcasa que 'esconde' el motor. El enfoque de esta bicicleta es muy versátil porque, aunque su diseño nos haga pensar en una bicicleta muy rabiosa, posee una geometría que hará de ella una buena compañera en largas rutas.

El cuadro de fibra de carbono integra los componentes a la perfección
El marco de la Scott Fastlane, como no podía ser de otra forma, se ha realizado en fibra de carbono HMX de la casa. El peso es de 865 gramos lo que, unido a los 353 que pesa la horquilla hace que hablemos de unos registros de bicicleta sin motor. Su diseño es muy limpio e integra el cableado desde la propia dirección.

El diseño prima la eficiencia aerodinámica por lo que, según la marca, es muy faćil mantener velocidades superiores a 25 km/h (sin aporte de potencia del motor) lo que hace que, por un lado, el ciclista experimente una conducción totalmente natural (sin asistencia) y que, por otro lado, la batería cunda mucho más.

Por otro lado, el tubo diagonal es muy delgado, gracias en parte a que la batería escogida es poco capaz: tiene 290 Wh de capacidad. Otro detalle es que el motor, ubicado en el eje del pedalier, se ha encastrado en el cuadro de tal forma que pasa totalmente desapercibido: hablamos del pequeño (y ligero) TQ HPR40.

En la parte trasera del cuadro nos encntramos con que han decidido montar una patilla universal del tipo UDH, lo que permite a esta Fastlane instalar el grupo de transmisión que se desee. Y en la pare delantera (ojo, no en todos los modelos) se ha optado por instalar un manillar con potencia integrada Syncros IC-R100-SL Carbon, de grandes acabados. Destaca la luz integrada en la parte trasera que montan todas las Fastlane.
Motor TQ HPR40: minimalismo y ligereza

Este motor (lanzado este mismo año) es el complemento ideal: tiene unas dimensiones muy contenidas y su peso (1.170 g) hace que la Fastlane pueda tener registros muy destacados. Su enfoque es, como en el resto de la gama TQ, el de complementar la potencia generada por el ciclista para ofrecer un comportamiento muy neutro, que pase desapercibido.
"En la práctica, la asistencia se siente como un suave empujón en la espalda" (Scott).
De hecho, sus registros son contenidos: ofrece picos de potencia de solo 200 W (por debajo de los habituales 250 W nominales), un par de 40 Nm y un aporte máximo a la pedalada del 100 %. Tiene tres modos de aporte de potencia: eco, medio y alto. Estos modos son seleccionables desde unos botones situados en las propias manetas, para no andar quitando en marcha las manos del manillar.

Con la App TQ podemos conectar la Fastlane a diversos accesorios y controlar los parámetros, así como las estadísticas del motor y de las rutas realizadas. Por otro lado, también podemos pesonalizar su comportamiento (modos de asistencia).

La batería, como dijimos, es de 290 Wh y, aunque no parece mucha la capacidad, dadas las características de esta Fastlane entendemos que permitirá buenas autonomías. La carga es muy eficiente: alcanza el 100 % en tres horas. No obstante, el Range Extender de TQ (con 160 Wh) está disponible como opción.

En el manillar nos encontramos con un dispositivo de leds en uno de los extremos (se ve el modo y el estado de la batería) que pasa desapercibido: otro detalle más para que esta Fastlane pase como una bicicleta sin motor.
Tres montajes con precios lógicos
Analizando los precios (que no son bajos) nos damos cuenta de un detalle: estas bicicletas de carretera están, por precio, emparejadas con las versiones sin motor. Por lo que podemos decir que poseen unos precios bastante aceptables ¿Cómo es posible?

Pues no tenemos ni idea pero la verdad es que estas tres bicicletas tienen buenos componentes (todas llevan transmisiones electrónicas) y un motor de última generación. Y, como decimos, los precios no difieren en exceso de las bicicletas sin motor, por lo que podemos decir que la nueva Scott Fastlane viene 'pisando fuerte'. Es una montura que puede ser, perfectamente, usada como bicicleta sin motor y disponer de asistencia en momentos puntuales. O para ser usada como una eBike desde que salimos de casa. La elección es nuestra. Más información en: Scott Fastlane
Ficha técnica Scott Fastlane 20 (6.999 euros)

- Cuadro: Fibra de carbono HMX
- Motor: TQ HPR40 (40 Nm)
- Batería: TQ 290 Wh (Range Extender 160 Wh opcional)
- Transmisión: Shimano 105 Di2
- Ruedas: Syncros Capital 1.0 40 Disc
- Neumáticos: Schwalbe ONE Fold 700x34C
- Manillar: Syncros HB-R100-AL
- Peso: 11,10 kg
Ficha técnica Scott Fastlane 10 (7.999 euros)

- Cuadro: Fibra de carbono HMX
- Motor: TQ HPR40 (40 Nm)
- Batería: TQ 290 Wh (Range Extender 160 Wh opcional)
- Transmisión: Shimano Ultegra Di2
- Ruedas: Syncros Capital 1.0 40 Disc
- Neumáticos: Schwalbe Pro-ONE 700x34C
- Manillar: Syncros IC-R100-SL Carbon
- Peso: 10,6 kg
Ficha técnica Scott Fastlane Premium (12.399 euros)

- Cuadro: Fibra de carbono HMX
- Motor: TQ HPR40 (40 Nm)
- Batería: TQ 290 Wh (Range Extender 160 Wh opcional)
- Transmisión: Shimano Dura-Ace Di2
- Ruedas: Zipp 353 NSW TL SR 40 Disc
- Neumáticos: Schwalbe Pro-ONE 700x34C
- Manillar: Syncros IC-R100-SL Carbon
- Peso: 9,9 kg