La Rouvida es la primera bicicleta eléctrica de Cervélo. Su gran singularidad es que puede tener diferentes personalidades gracias a un ingenioso sistema que permite que se puedan instalar ruedas de carretera o de gravel. No olvidemos que estas últimas, normalmente, tienen más anchura, lo que implica un diámetro total algo superior a las habituales de carretera. Por ejemplo, de serie, los modelos de carretera incorporan neumáticos de 30 mm de anchura mientras que en los de gravel son de 40 mm.
El cuadro ha sido realizado en fibra de carbono y, el sistema del que hablamos, es tremendamente sencillo: el lugar donde se roscan los ejes de las ruedas van en unas pequeñas piezas que se voltean (en el caso de la rueda delantera) o se sustituyen (en el caso de la trasera) para adoptar la rueda que deseemos. De esta manera, aunque nos hagamos con una Rouvida en concreto (de serie hay dos modelos de carretera y dos de gravel) podemos disponer de los dos enfoques. Sí es cierto que Cervélo recomienda actualizar el firmware del motor al cambiar el diámetro, algo que habrá que hacer en un servicio oficial.
El resto del cuadro posee un diseño bastante tradicional que recuerda, irremediablemente, a las bicicletas más deportivas de la marca, con una geometría muy compacta: en la talla M, la distancia entre ejes, por ejemplo, no llega al metro (se queda en 995 mm). Eso sí, aunque su condición de bicicleta eléctrica está bastante disimulada, el hecho de disponer de un motor central hace que, a poco que nos fijemos, veamos que se trata de una eBike.
Monta uno de los motores más evolucionados del mercado
Y es que han querido imprimir a esta bicicleta un comportamiento a la altura de toda una Cervélo, para lo que se han decantado por uno de los motores más evolucionados del mercado: hablamos del Fazua Ride 60 que ofrece una potencia algo por encima de los motores que habitualmente se instalan en este tipo de bicicletas. Y es que con 60 Nm de par, este motor podrá ayudar en momentos puntuales, pero con un empuje realmente considerable. Aún así, la idea de esta unidad motriz es imprimir un comportamiento a la Rouvida lo más parecido a una bicicleta sin motor: el empuje del mismo se asocia al régimen de pedaleo del ciclista (y no a la potencia de las piernas). Es decir, si queremos más aporte, tendremos que pedalear más rápido, por lo que la sensación de estar practicando un ciclismo sin motor es mayor que en otro tipo de motores.
La batería que se incorpora, con 430 Wh, también es de las que más capacidad posee dentro de este enfoque de bicicletas eléctricas: tanto es así que no se ha contemplado ningún Range Extender opcional de batería.
Cuatro montajes de serie
Como decíamos, cuatro son los montajes que se ofrecen de serie: los enfocados puramente a la carretera son el Red XPLR 1 Road y el Rival XPLR 1 Road, ambos con transmisión monoplato y de accionamiento electrónico wireless. El primero, que es el más alto de la gama, incorpora, además, ruedas en fibra de carbono Reserve 40/44 y periféricos también en carbono (manillar, potencia y tija), firmados por la propia Cervélo. El modelo Rival XPLR 1 Road sustituye las ruedas de carbono por unas de aluminio.
Por su parte, los modelos de gravel también son dos y tienen en el Rival XPLR 1 Gravel el más equipado: transmisión Sram Rival XPLR AXS de accionamiento electrónico que se complementa con una tija telescópica RockShox Reverb AXS de sillín de manejo igualmente electrificado. La GRX RX610 Gravel es la única Rouvida que incorpora una transmisión mecánica, en este caso la nueva Shimano GRX RX610 de 12 velocidades.