BYD, a través de su marca de lujo Yangwang, ha anunciado que un U9 Track Edition pilotado por el alemán Marc Basseng logró alcanzar una velocidad máxima de 472,41 km/h en un óvalo de Papenburg, Alemania. Esta marca es todo un hito, ya que convierte a este coche en el vehículo eléctrico más rápido del mundo.
Superaría así los 438,7 km/h del Aspark Owl SP600, cifra reconocida por Guinness como la más alta para un “hiperdeportivo eléctrico prototipo” desde 2024; y dejaría muy atrás el récord de un eléctrico de producción, que mantiene el Rimac Nevera con 412 km/h (2022).

Cuatro motores eléctricos y más de 3.000 CV de potencia
BYD explica que el U9 Track Edition utiliza una arquitectura de 1.200 voltios y el sistema de control de carrocería DiSus-X, que realiza ajustes verticales rápidos e independientes en la suspensión de cada rueda del vehículo durante aceleraciones y giros bruscos, o en superficies irregulares. El coche recurre a vectorización de par en cada rueda y a neumáticos semislick desarrollados específicamente para la prueba con Giti Tire, con soluciones para minimizar el deslizamiento del neumático sobre la llanta a velocidades extremas.
Es importante matizar que este Track Edition deriva de la versión U9 de serie vendida en China, que parte de 1,68 millones de yuanes (unos 200.800 euros al cambio) con 1.287 CV y 309 km/h de punta. La variante de circuito, según los documentos y la comunicación técnica difundida por BYD, elevaría la potencia por encima de los 3.000 CV con motores de mayor rendimiento, capaces de girar a 30.000 rpm, y con una potencia máxima de 555 kW (755 CV) por motor. Esto le otorga al vehículo una asombrosa relación peso/potencia, de 0,82 kg/CV, lo que lo sitúa entre los mejores superdeportivos de la industria de la automoción mundial.
Como decíamos, la prueba se realizó en Alemania, un escenario habitual para marcas que buscan máximas de velocidad por la longitud de las pistas y los protocolos de medición. En 2022, el Rimac Nevera fijó allí el récord de un eléctrico de producción, y, en 2024, el Aspark SP600 consiguió llegar a los 438,7 km/h, cifra que marcaba hasta ahora el récord.
A los mandos, el piloto Marc Basseng ya ostentaba el récord de velocidad para un eléctrico desde 2024. Tras completar la sesión con Yangwang, señaló que el año pasado pensó que había tocado techo y que no esperaba superarse tan pronto, pero que, en el mismo circuito y con las nuevas tecnologías del coche, lo consiguió.