José Antonio Galve (MG) lo tiene claro: esta será la tecnología clave junto al coche eléctrico en los próximos 3 años

Aunque el coche eléctrico convence a quien lo prueba, desde MG advierten que no será la única solución dominante.

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El MG4 es uno de los coches eléctricos más vendidos de la marca.
13/06/2025 11:30
Actualizado a 13/06/2025 19:46

La nueva edición de MOGY Fest ha sido el lugar elegido para celebrar la mesa redonda ‘Nuevos players en el sector de automoción, retos y oportunidades’. En ella han participado algunos de los representantes de las nuevas marcas chinas más importantes en el mercado español: Marianna Cherubini, directora de marketing de Omoda & Jaecoo en España; Íñigo Trasmonte, jefe de marketing y prensa de BYD España;  José Angel Lopez Tens, director de comunicación de Leap Motor y José Antonio Galve, senior product manager & PR en MG Spain.

El último ha hablado tanto del sector, como del éxito inesperado y sin precedentes que ha tenido MG en el mercado español. Con las matriculaciones acumuladas hasta mayo, la firma china es la novena más vendida del mercado, con 21.888 unidades, gracias sobre todo al rendimiento del MG ZS, segundo coche más vendido en España con 13.125 matriculaciones.

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El MGS5 es la última incorporación a la gama.

No hay vuelta atrás desde los eléctricos, pero los PHEV son el futuro inmediato

Aunque su adopción está siendo lenta, Galve considera que “quien prueba un coche eléctrico se convence. Lo primero que le sorprende es la ausencia de sonido. Es una sensación que si no vuelves a vivirla te molesta, te molesta sentarte otra vez en un coche térmico. Incluso un híbrido enchufable, cuando entra en motor térmico, te molesta. En MG, a muchos clientes que tienen un siniestro le damos un coche de sustitución eléctrico y se sorprenden. Vuelven completamente enamorados de la sensación de pasar de un vehículo manual de combustión a un vehículo eléctrico que no hace ruido, que te transporta como una alfombra”.

Y cree que el camino con los modelos de baterías es normalizarlos: “Tenemos que transmitir normalidad y tranquilidad en el coche eléctrico. Vemos diseños normales o diseños agresivos, pero la gente lo que no quiere que le vayan señalando por la calle si tienes un coche eléctrico, como si fueras el raro del barrio o el raro de la comunidad. Eso es lo que quiere el cliente, transmitir normalidad, normalidad de uso, normalidad de compra, de beneficios y sobre todo también, de recarga”. 

Sin embargo, es consciente de que el salto a los coches eléctricos no va a ser inmediato, por cuestiones como la infraestructura o por los cambios que conlleva en los hábitos de los conductores, así que cree que el futuro a corto plazo de la industria son los híbridos enchufables: “En MG pensamos que en los próximos dos, tres años vamos a vivir un gran aumento de ventas del vehículo híbrido enchufable, porque es la tecnología que menos sacrificios necesita. Es el paso lógico, es decir, yo quiero dar un pequeño salto y lo doy con híbrido enchufable. Además, vamos a ver que se aumentarán sus autonomías en modo eléctrico, vamos a llegar en menos de un año a ver baterías híbridos enchufables que superen los 200 km de autonomía. También pensamos que los híbridos van a aumentar su autonomía eléctrica a 30-35 km, tomando el concepto de los primeros híbridos enchufables, en ese sentido”.

El ascenso de MG

Debido a la complejidad de la situación Galve cree que “nuestro camino ha sido es la estrategia multinergía porque hay 17 mercados diferentes en España. Por ejemplo, el peso de la etiqueta cero y la etiqueta eco en la Comunidad de Madrid es mucho más que en otras zonas. En algunas partes encaja fantásticamente un vehículo híbrido, pero en otras no se quiere pagar ese sobrecoste y se opta por un vehículo térmico. La receta de nuestro éxito es la multinergía y el legado de MG, que tiene 100 años de historia y una larga tradición de cercar la mejor tecnología a todos los públicos a través de precios accesible”.

A pesar de ese enfoque, admite que el éxito que ha tenido la marca ha sido inesperado incluso para ellos: “No lo teníamos previsto tan a corto plazo, era un plan de negocio a 10 años que empezó a tener éxito en solo tres. Nacimos como marca eminentemente eléctrica y nos equivocamos, porque no era el momento de una MG 100% eléctrica. Tuvimos que dar un cambio de timón y mirar lo que habíamos hecho bien, que es mirar al mercado. ¿Qué quería el mercado en aquel momento? Vehículos accesibles con las últimas tecnologías y todos los sistemas de propulsión”.