Tesla atraviesa uno de los momentos más delicados de la corta pero intensa historia del Cybertruck. Presentado en 2019 como un vehículo revolucionario y llamado a redefinir el segmento de las pick-up, el modelo eléctrico se ha quedado muy lejos de las expectativas iniciales. Ahora, una de las empresas privadas de Elon Musk, SpaceX, emerge como un comprador inesperado que podría estar sosteniendo artificialmente la demanda.
Según fuentes citadas por varios medios internacionales, SpaceX ha comprado más de 1.000 Cybertruck a Tesla y podría ampliar la cifra a hasta unas 2.000 unidades en los próximos meses. Con un precio base en torno a los 68.000 euros, la operación supondría entre 68 y 138 millones de euros en ingresos para el fabricante de automóviles, una cantidad nada desdeñable en un momento complicado para la compañía.
Muy lejos de los objetivos anunciados

Elon Musk llegó a afirmar que Tesla podría vender hasta 500.000 Cybertruck al año, mientras que los planes industriales de la Gigafactoría de Texas contemplaban una capacidad de producción de unas 250.000 unidades anuales. La realidad ha sido muy distinta. Dos años después del inicio de la producción, las estimaciones basadas en registros de matriculaciones apuntan a que Tesla apenas estaría vendiendo unas 20.000 unidades al año, menos del 10% de su capacidad teórica.
La falta de transparencia de Tesla, que agrupa estratégicamente las cifras de ventas del Tesla Model S, el Tesla Model X y el Tesla Cybertruck, dificulta conocer los datos exactos. Sin embargo, el consenso del mercado es claro: el Cybertruck no ha cumplido las expectativas y, en términos comerciales, puede considerarse un fracaso.
De un millón de reservas a pedidos reales muy limitados
Antes de su lanzamiento, Tesla presumió de haber acumulado más de un millón de reservas. Sin embargo, solo alrededor de 60.000 se habrían convertido en pedidos firmes desde que comenzó la producción. Entre las principales razones de esta caída se encuentran el fuerte aumento del precio respecto a lo anunciado en 2019, una autonomía inferior a la prometida y la desaparición de algunas características icónicas del prototipo, como el portón trasero que se convertía en rampa.

Todo ello ha provocado que Tesla acumule un volumen significativo de Cybertruck sin vender, visibles en grandes campas junto a la fábrica de Texas.
SpaceX y el efecto contable
La compra masiva por parte de SpaceX llega en un momento estratégico. Tesla se enfrenta al impacto del fin de algunos incentivos a la compra de vehículos eléctricos en Estados Unidos, su principal mercado, y cualquier empuje a las ventas en el cuarto trimestre resulta crucial para sus cuentas.
Cientos de Tesla Cybertruck ya han sido vistos en aparcamientos de SpaceX en el sur de Texas, lo que confirma que no se trata de una operación puntual. Aunque legal, la maniobra plantea interrogantes entre los inversores de SpaceX sobre la utilidad real de estas unidades y si la compra responde a una necesidad operativa o a una estrategia para sostener a Tesla.
Un patrón que se repite
No es la primera vez que SpaceX apoya a otras empresas del ecosistema Musk. Recientemente, la compañía se comprometió a invertir miles de millones de dólares en xAI, otra firma del empresario con elevadas necesidades de capital. En este contexto, la compra de una flota amplia de Tesla Cybertruck parece encajar en una estrategia más amplia de apoyo cruzado entre compañías privadas controladas por Musk.
Mientras tanto, el futuro del Cybertruck sigue siendo incierto. La intervención de SpaceX puede aliviar temporalmente la presión sobre Tesla, pero no resuelve el problema de fondo: una demanda muy inferior a la prevista para uno de los lanzamientos más ambiciosos y polémicos de la industria del automóvil eléctrico.