La apuesta de Toyota por las mecánicas híbridas es prácticamente total, razón por la que resultaba extraño que su modelo de acceso y más urbano, el Toyota Aygo X Cross, no estuviera disponible con versiones híbridas, solo con un motor de gasolina. Eso cambia con su puesta al día para 2025, en la que cambia su diseño de manera notable y hereda la mecánica de su hermano mayor, el Toyota Yaris.
A pesar de los evidentes cambios que trae consigo, especialmente en el aspecto motriz, no se trata de una nueva generación, si no de una actualización de la existente.

Una imagen acorde al lenguaje de diseño de la compañía
Las proporciones del modelo son idénticas a las que tenía hasta ahora y visto tanto desde el lateral como desde la trasera, salvo por las nuevas llantas, es prácticamente igual, pero el frontal cambia de manera considerable, adoptando unos rasgos que le asemejan más a los últimos lanzamientos de la compañía.
Los grandes faros delanteros ahora tienen un volumen inferior y son algo más estilizados, dejando la firma lumínica en forma de franja LED en la parte superior, punto por el que conectan entre sí mediante una delgada moldura metalizada. Sobre ésta se encuentra un logo de Toyota que también pierde peso y lo más llamativo es que todo el paragolpes está conformado por una enorme entrada de aire. Esto hace que pierda la protección de plástico inferior y, sobre todo, el refuerzo metalizado de la zona central, que antes era muy visible.
El habitáculo mantiene su configuración prácticamente intacta, pero incorpora novedades que le dan un aire más moderno. La más importante es que el cuadro de instrumentos, que hasta ahora era analógico, pasa a ser digital; también se han modificado los mandos multifunción del volante y se han añadido dos tomas USB C en la consola central, por debajo de los controles de la climatización.
El equipamiento tecnológico también se amplía en materia de asistentes de conducción, puesto que dispone de sistema de monitorización de la atención del conductor, aviso de límite de velocidad y sistema de mantenimiento de carril.
Otra novedad inédita es que, por primera vez, el Aygo X Cross va a estar disponible en la versión deportiva GR Sport.
Los detalles estéticos que la diferencian son sutiles, pero están ahí. La parrilla tiene más o menos el mismo tamaño, pero se ensancha en la parte inferior del paragolpes, tiene una trama especifica y por debajo cuenta con un labio en el mismo color de la carrocería; el capó está acabado en tono negro, a juego con el pilar C y el techo; y las llantas tienen un diseño específico. A nivel mecánico no recibe potencia adicional, pero sí que disfruta de un chasis con una puesta a punto más deportiva y una dirección algo más rápida.

Por fin una mecánica híbrida
A pesar de los cambios visuales, lo más relevante de la puesta al día es que se deja atrás su única mecánica hasta la fecha, un motor gasolina 1.0 tricilíndrico de 72 CV, para adoptar un sistema de propulsión híbrido que proviene del Yaris.
Concretamente, se trata de su motorización de acceso, por lo que desarrolla una potencia de 116 CV y un par máximo de 144 Nm, combinado con una caja de cambios automática tipo CVT. Gracias a ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10 segundos, lo que supone una mejora de casi 5 segundos respecto a sus registros con el motor anterior.
Uno de los aspectos que más interesan sobre un modelo de este segmento es su eficiencia, especialmente teniendo en cuenta su salto a la hibridación, pero Toyota por el momento solo ha anunciado que, a falta de homologación, creen que podrá arrojar unas emisiones de 86 g/km de CO2. De su consumo todavía no hay datos, pero en el Yaris esta motorización registra desde 4 l/100 km.
Todavía no se ha desvelado cuándo estará disponible en los concesionarios el Toyota Aygo X Cross 2025, ni tampoco su precio, pero el reemplazo del motor gasolina por una mecánica híbrida debería hacer que éste subiera.