En 2014, Toyota lanzó al mercado un híbrido que buscaba llevar la eficiencia al máximo nivel. Hoy, más de una década después, ese objetivo se ha consolidado con un resultado impresionante. Un Toyota Prius híbrido enchufable de última generación ha conseguido obtener un consumo de tan solo 2,53 litros cada 100 kilómetros en un recorrido de casi 5.200 kilómetros a lo largo y ancho de Estados Unidos.
Este hito ha sido posible gracias a una conducción extremadamente eficiente llevada a cabo por Wayne Gerdes, uno de los pocos conductores del mundo especializados en conseguir la máxima eficiencia del vehículo, mediante una conducción suave y anticipada.
Una eficiencia comparable al revolucionario Volkswagen XL1

Este logro nos lleva inevitablemente a recordar al Volkswagen XL1, un coche híbrido que combina motores diésel y eléctrico lanzado hace una década y que marcó un antes y un después en términos de eficiencia. El XL1 era una edición limitada, hecha a mano, con chasis de fibra de carbono, una aerodinámica extrema y una batería de 5,5 kWh de capacidad que asiste a un pequeño motor de gasóleo. Su consumo real rondaba los 2,2 litros a los 100 kilómetros, aunque su precio ascendía a 110.000 euros, reflejo de un desarrollo tecnológico avanzado pero poco accesible.

En comparación, el Toyota Prius actual ofrece un rendimiento muy similar en consumo, pero con una propuesta completamente distinta: más potencia (223 CV frente a los 69 CV del XL1), mayor peso (1.500 kilos frente a 880 kilos) y unas dimensiones más generosas (4,53 metros de largo para 3,88 metros). Todo ello sin perder la capacidad de lograr consumos excepcionales, y lo más importante, a un precio mucho más accesible. Aunque en España no se vende, si podemos como referencia la tarifa de Portugal, de unos 40.000 euros.
Un coche de calle con tecnología puntera

El Prius enchufable utiliza el mismo sistema híbrido que ya incorporan otros modelos de Toyota disponibles en Europa, como el Toyota Corolla o el Toyota CH-R, en sus versión PHEV. En Estados Unidos, la versión protagonista de esta hazaña tiene un consumo homologado de 4,1 litros a los 100 kilómetros, por lo que alcanzar los 2,53 litros reales por cada 100 kiómetros demuestra el potencial de eficiencia que se puede lograr con una conducción adecuada.
Este logro pone en evidencia cuánto ha avanzado la tecnología en tan solo una década. Lo que antes era una rareza tecnológica de altísimo coste, hoy está al alcance de muchos conductores.