Elon Musk es conocido por representar al máximo fabricante de coches eléctricos del mundo en términos de tecnología. Sin embargo, siempre se ha mantenido como una persona que ha adorado la automoción convencional. La mejor prueba de ello es la increíble variedad de automóviles de lujo y deportivos que ha tenido desde que comenzó a forjarse como un empresario intratable. Se sabe que fue propietario de un McLaren F1 o un Jaguar E-Type, entre otros, pero lo cierto es que su primer automóvil fue mucho más austero.
En el día de hoy queremos hablarte del BMW E21 320i, la variante más potente de la primera generación de la berlina que marcaría una época en el seno de la firma germana. Elon Musk tuvo un corto idilio con este coche, pero consiguió dar respuesta a una serie de cuestiones que seguro que sirvieron para la creación de los primeros prototipos en Tesla. ¿Quién dijo que solo ha tenido auténticas joyas valoradas en cientos de miles o millones de euros? He aquí algunos detalles clave de este modelo.
BMW E21 320i, un coche particular que destaca por su sencillez y sus 'problemas'
Elon Musk habló en diversas ocasiones sobre la unidad que poseía, la cual correspondía con el año 1978. Cabe precisar que esta generación estuvo vigente durante los años 1978 a 1983. En este caso en particular, se hizo con una unidad que fue producida en el primer año de fabricación. Teniendo en cuenta que la compró en el año 1994 a cambio de 1.200 dólares, es fácil comprender que ya llevaba 16 años rodando por las calles.De acuerdo con el portal Slash Gear, el coche pecaba ya de una serie de fallos y problemas.
El E21 320i fue un pionero en el segmento de las berlinas. Aun así, contaba con una serie de inconvenientes que solían aparecer con el paso de los años. El propio Elon Musk reconoció que durante uno de sus desplazamientos una rueda salió disparada hacia adelante en mitad de la marcha. Este episodio demostraba cómo este vehículo no iba a pasar a la historia como uno de sus preferidos. Tras el análisis de muchas unidades producidas durante estos años, se llegó a la conclusión de que su fiabilidad no era su punto fuerte.
Pese a ello, hubo otros aspectos del automóvil llamaban la atención por lo que se ofrecía. El interior, por ejemplo, tenía detalles un tanto curiosos. La consola central, en cierto modo, tenía una orientación hacia el conductor. Este detalle permitía enfatizar la personalidad de un vehículo que pasó a la historia por ser la primera generación de un modelo que ha sido clave para BMW. Tras el paso del tiempo, Elon Musk adquirió toda una serie de automóviles distintos, siendo cada uno de ellos mejor que el anterior.
Lo que parece bastante claro es que el E21 320i que tuvo como primer coche no pasará a la historia como uno de sus principales referentes a la hora de pensar acerca del Roadster, Model S o Model 3 que llegaron posteriormente.
