Para muchos, la ‘marcha atrás’ de la Comisión Europea a la ley de 2035 es la solución clara para salvar a la industria en el territorio. Sin embargo, no todo el mundo opina esto y también son muchos los que se oponen a su retirada. Algunos CEO de importantes marcas se alinean directamente en contra de su modificación; a este grupo se unen ahora también varios economistas de Alemania.
Varios de ellos han hecho especial hincapié en el hecho de que retrasar la imposición de la electrificación no solucionará nada. Para los que sí están de acuerdo con su cancelación, esto supondrá la salvación e la industria, dado que el mercado actualmente no demanda tanto vehículo eléctrico como sí lo hace con los híbridos. No obstante, para Monika Schnitzer, presidenta del Consejo Alemán de Expertos Económicos, “la industria necesita certidumbre, no cambios políticos”.
Expertos no abalan la nueva fecha para la prohibición de los motores de gasolina
Todas estas ideas han quedado reflejadas en una publicación de Süddeutsche Zeitung. En el escrito, Schnitzer advierte que posponer la obligatoriedad de electrificación en el territorio ya no será suficiente para rescatar a la industria: “Con este movimiento, ¿se salvarían estos empleos si se pospusiera ahora la eliminación de los motores de combustión? Me temo que es justo lo contrario”.
Hasta ahora, el plan de la Unión Europea consiste en prohibir la venta de vehículos que emitan emisiones de carbono a partir del año 2035. Esto implica también a vehículos híbridos de cualquier tipo, una mecánica que está teniendo un gran auge en el territorio, frente a unos eléctricos puros que no gozan de la demanda estimada en 2022 (año en el que se selló el pacto para 2035).
Debido a todo esto, se espera que Ursula Von Der Leyen dé marcha atrás y posponga esta decisión hasta el 2040 o incluso más. Por ello, Schnitzer ha sido especialmente crítica con este giro por “dar señales contradictorias a la industria, sobre todo para muchas empresas que ya han invertido en nuevas tecnologías”.
“Así que, si ahora se dice que los alemanes tienen una gran ventaja sobre la competencia en cuanto a motores de combustión, sólo puedo decir: quizás a corto plazo. Pero ya nadie usa un teléfono móvil básico”, aseguró la economista.
Los economistas afirman apoyar a la UE con la ley de 2035
Otros expertos en el gremio también han puesto su particular nota en desacuerdo con la Unión Europea. Thomas Puls, del Instituto Económico Alemán, aseguró: “De todos modos, para 2035, los coches eléctricos y los híbridos enchufables serán el mejor producto para la mayoría de las aplicaciones. No tiene sentido renunciar a eso”.
Sebastian Dullien, del IMK, apunta que “el principal problema de los fabricantes alemanes no es la eliminación gradual de los motores de combustión, sino su retraso tecnológico, por ejemplo, en las celdas de batería. ¿Los directivos priorizan los beneficios a corto plazo sobre los intereses a largo plazo de la industria?”.
Por último, Anita Wölfl, del IFO, argumenta que el paso hacia lo eléctrico debe ser claro. “Mantener una estrategia doble no es sostenible a largo plazo. Muchos fabricantes ya han dejado de invertir en motores de gasolina y diésel; por lo tanto, es improbable que surjan nuevos modelos con motores de combustión”.