Sin duda alguna ha sido una de las noticias más impactantes en lo que llevamos de año. Luca de Meo se ha erigido como una de las grandes figuras de la industria automovilística europea. El presidente de Renault ha criticado duramente las políticas de Bruselas mientras que ha transformado por completo la marca francesa. En apenas 5 años, Renault se ha convertido en una de las mejores marcas generalistas del Viejo Continente. Buenos diseños, mucha calidad, mucho equipamiento, buenos precios y mecánicas electrificadas realmente competitivas. Luca de Meo dice ahora adiós con una carta a sus trabajadores en las que afirma que se trata de una decisión personal.
El pasado domingo, apenas unas horas después de que concluyesen las 24 horas de Le Mans, saltaba la noticia. Un comunicado breve informaba que a partir del próximo 15 de julio Renault tendrá que buscar un nuevo presidente. Luca de Meo abandonará el cargo ese día. La sorpresa fue mayúscula y no hubo que esperar mucho tiempo para que los rumores sobre las causas empezasen a surgir. Con su habitual carácter, de Meo no tardó en concretar los motivos. Algunas secciones de la empresa han tachado la decisión como irresponsable. A pesar de todo, la decisión es irrevocable y en el Grupo Kering ya lo esperan con los brazos abiertos.

Mejor momento para Renault, peor momento para la industria europea
En la misiva dirigida a los trabajadores el ya ex presidente de Renault asegura que no está huyendo. La situación de la industria automovilística en Europa dista mucho de ser la mejor y la más tranquila. El Parlamento ha tomado decisiones políticas sin tener en cuenta las consecuencias sociales, económicas y empresariales. Europa ha apostado por una tecnología que no domina mientras que China llama a la puerta con sus coches eléctricos. Mientras, al otro lado del Océano Atlántico el Gobierno americano presiona con sus aranceles y amenazas. En medio, los europeos castigados con precios cada vez más altos y con cada vez más estrechos márgenes para las empresas.
La dimisión de Luca de Meo es la tercera que se produce en los últimos seis meses. A finales del año pasado Carlos Tavares fue el primero en firmar su abandono del Grupo Stellantis ante una oleada de críticas y malos resultados. Hace apenas unas semanas que Antonio Filosa fue presentado como su reemplazo. Ante sí tiene una labor muy complicada. El pasado 1 de abril fue Wayne Griffiths el que presentaba su dimisión en CUPRA/SEAT. Las casas españolas se quedaban huérfanas ante la marcha del británico que firmó la dimisión sin dar muchas explicaciones. Griffiths aseguró querer “emprender nuevos retos”. Por el momento no hay sucesor oficial designado.

La de de Meo es la tercera de la lista. A pesar de todo el italiano se muestra muy contento con el trabajo realizado estos cinco años al frente de Renault. No sin antes dar las gracias a su equipo: "Ha sido el mayor privilegio de mi vida profesional dirigir este legendario fabricante". La carta concluye afirmando que Renault siempre estará en su corazón. Ahora a los franceses no les queda más remedio que mirar al futuro. Ya suenan varios candidatos para la sucesión, entre ellos Denis le Vot, máximo director de Dacia. También algún alto ejecutivo de Stellantis. Sea quien sea tomará las riendas de una empresa en su mejor momento, aunque con un entorno comercial de lo más tenso y complicado.