Aunque los coches eléctricos llegaron al mercado hace mucho tiempo, el aumento de la oferta de manera importante no llegó hasta hace apenas unos años. Eso hace complicado analizar cómo envejecen los distintos modelos del mercado, pero, por suerte, fabricantes como Tesla tienen vehículos que permiten comprobar la degradación de la batería, entre otros desgastes del automóvil con el paso de los años y el uso.
Un ejemplo lo tenemos en esta unidad del Tesla Model S con 11 años de vida, pues se estrenó por primera vez en 2014. Corresponde a la versión con tracción trasera de 367 CV de potencia y que equipa un paquete de baterías de 85 kWh de capacidad.
El test refleja lo bien que ha envejecido esta unidad

Lo interesante de este coche en concreto es que no se ha cambiado la batería original por una nueva, por lo que se puede comprobar claramente la degradación del paquete con el que salió de fábrica. Vaya por delante que el kilometraje que marca el automóvil eléctrico es de 161.000 kilómetros, es decir, que se han recorrido algo menos de 15.000 kilómetros al año.
La prueba en vídeo de la autonomía que le queda a este Tesla Model S la ha documentado el canal de Youtube llamado The Fast Lane EV, que adquirió el vehículo a principios de este año por un precio de 11.557 euros. En España, en 2014 había que pagar unos 76.000 euros por hacerse con una unidad como esta.

Poco más sabemos de la unidad en concreto, salvo que ha tenido un único dueño, y a juzgar por el resultado de la prueba parece que lo ha mimado bastante, también en cuanto a la forma de recargar la batería. Cabe destacar que los fabricantes y expertos recomiendan realizar recargas entre el 20 y el 80% de la capacidad total para que la salud del paquete se vea afectado lo menos posible.
En la prueba realizada por The Fast Lane EV están utilizando un un Tesla Model S que entonces anunciaba una autonomía de 425 kilómetros en ciclo norteamericano EPA, y en el momento de iniciar el test el cuadro de instrumentos indica que la batería está al 99% de la carga y anuncia una autonomía estimada en 440 kilómetros.
El recorrido realizado por carretera es de 178 kilómetros, y se ha completado dos veces, la mayor parte del tiempo por vías rápidas y con el control de crucero activado y fijado a 120 kilómetros/hora. Otro tramo más pequeño pasaba por zonas urbanas.
El resultado de la prueba de autonomía con el Tesla Model S
Al final del vídeo, podemos ver que el Tesla Model S termina completando un total de 375 kilómetros reales, después de un consumo energético de 63,3 kWh y una eficiencia media de 6,9 kilómetros por kWh gastado. Es decir, que el paquete de baterías tan sólo ha perdido un 12% de la capacidad, y eso que en la pantalla todavía quedaban 16 kilómetros restantes hasta dejar las celdas totalmente vacías.
Lo que quiere decir que esta unidad en concreto ha envejecido muy bien, y es compra bastante acertada si tenemos en cuenta lo que costaba un Tesla Model S hace 11 años. Eso no significa que todos los modelos de Tesla y el resto de vehículos eléctricos estén igual de bien después de un uso similar.