Destacar entre tanto SUV es una tarea complicada para los fabricantes y, por mucho que se esfuercen, tener un precio competente es uno de los aspectos más importantes para luchar en el territorio de las marcas generalistas.
De ahí que podamos hablar de un nuevo esfuerzo del Honda ZR-V e:HEV, un SUV híbrido que ha hecho los deberes de cara a estar en línea con rivales como el Renault Austral, el Hyundai Tucson o el Kia Sportage, entre tantos modelos C-SUV que invaden nuestros concesionarios.
Esta mejora de presupuesto del modelo japonés llega con la incorporación a la gama ZR-V de un nuevo acabado de acceso, al que la marca nipona ha denominado Elegance, que se suma a las variantes Sport y Advanced ya presentes desde el lanzamiento.

Este nivel de equipamiento incorpora de serie la misma parrilla delantera que el acabado superior Advanced, las llantas de 18 pulgadas, los asientos delanteros calefactables, el sistema de infoentretenimiento Honda Connect con pantalla de 9 pulgadas y navegador y la cámara de visión trasera.
A nivel mecánico estamos ante el esquema híbrido que ya conocíamos, que dispone del motor de gasolina de 2,0 litros y de los dos bloques eléctricos que actúan como apoyo, para lograr un rendimiento total de 184 CV. Esta potencia, en todo caso está por debajo de los citados rivales, con los Tucson y Sportage muy por encima con 230 CV.
Este coche de 4,57 metros de largo no es el más eficiente de la categoría, un apartado que lidera el Renault Austral con un gasto de 4,5 litros a los 100 kilómetros para sus 199 CV, y que otros rivales como el Nissan Qashqai, de 190 CV de potencia, también mejora con sus 5,1 litros por cada 100 kilómetros. Pero sí que se queda en los 5,7 litros de gasto de combustible que calca del Hyundai Tucson y del Kia Sportage.

El maletero tampoco es el punto fuerte en un Honda ZR-V e:HEV que se conforma con 390 litros de capacidad de carga trasera, cuando Tucson y Sportage despuntan con 616 y 592 litros, respectivamente.
De lo que sí podemos hablar es de una estrategia acertada en Honda, al acercar su modelo al Kia Sportage en cuanto a precio, algo que ha penalizado (y lo sigue haciendo) al japonés frente a sus rivales. Ahora se puede configurar un ZR-V híbrido por 39.550 euros, mientras que el Kia está marcado en 37.200 euros, el Hyundai Tucson en 34.325 euros, el Renault Austral en 35.815 euros y el Nissan Qashqai e-Power en 31.900 euros.
Podría no ser suficiente esta bajada de precio, pero el fabricante siempre se ha caracterizado por esta particularidad de querer estar en un punto intermedio entre las marcas generalistas y las prémium. Puede ser una estrategia más o menos acertada, pero la han tenido clara desde prácticamente su nacimiento.