Google ha empezado a mover ficha para convertir Google Maps en algo más que un navegador de toda la vida. La compañía está integrando su IA generativa Gemini directamente en la app de mapas, con el objetivo de crear un copiloto conversacional capaz de buscar sitios, gestionar tareas y reportar incidencias de tráfico por voz, todo sin salir de la pantalla de navegación.
El cambio no es un simple retoque estético. Según el blog oficial de Google, Gemini ya permite pedirle cosas con lenguaje natural mientras conduces. Desde encontrar un restaurante en tu ruta hasta comprobar si hay cargadores para coche eléctrico cerca, añadir una cita al calendario o preguntar por las mejores paradas para descansar. Todo se apoya en los datos de Maps sobre el mundo real y en la conexión con otras apps de Google como Calendar o Gmail.

El conductor podrá advertir de incidencias con la voz
Una de las funciones más llamativas es el “reporting conversacional” de incidencias. En lugar de navegar por menús y botones, el conductor puede decirle a Gemini frases del tipo “veo un accidente”, “hay inundaciones más adelante” o “ojo con este atasco” y la IA se encarga de traducirlo en los avisos de tráfico correspondientes dentro de Maps. Es un paso más allá del sistema de reportes clásico y reduce el tiempo que el usuario pasa peleándose con la interfaz.
Google también está cambiando la forma de dar las indicaciones. La nueva navegación por puntos de referencia sustituye parte del lenguaje de “en 300 metros, gire a la derecha” por instrucciones del tipo “gira después de la gasolinera” o “pasa el restaurante y toma la siguiente salida”, apoyándose en miles de millones de imágenes de Street View y en una base de más de 250 millones de lugares registrados. La idea es que las órdenes se parezcan más a lo que diría un copiloto humano sentado a tu lado.
Toda esta capa de IA no se queda sólo en el móvil. Gemini está empezando a llegar también a Android Auto, donde algunos usuarios ya están viendo cómo el antiguo Google Assistant se sustituye silenciosamente por el nuevo asistente. Desde la pantalla del coche, el conductor puede hablar con Gemini para pedir rutas, buscar información sobre un lugar, gestionar listas o consultar el tráfico, con una integración cada vez más estrecha entre Maps y el sistema del vehículo. En paralelo, Google lleva casi un año integrando datos de Waze dentro de Maps, como los avisos de atascos, obras, radares, presencia policial u objetos en la calzada, que se alimentan tanto de la comunidad de Maps como de la de Waze.
Waze es de Google
Con Gemini añadiendo reportes por voz y más contexto, la distancia funcional entre ambas aplicaciones se hace cada vez más pequeña, y ahí es donde surgen los titulares sobre un posible “¿adiós a Waze?”. No es porque Google haya anunciado su cierre, sino porque “En paralelo, Google lleva casi un año integrando datos de Waze (app de navegación que es también de su propiedad) dentro de Maps.

El artículo de Autoevolution que dispara este debate sostiene que, con estas novedades, Google está construyendo la “app de navegación obvia para prácticamente todo el mundo”, sobre todo porque es gratuita, viene preinstalada en la mayoría de Android y cada vez acumula más funciones que antes estaban repartidas entre varias aplicaciones. A su alrededor quedan alternativas como Sygic, TomTom o HERE, que tratan de diferenciarse con mapas offline avanzados o herramientas profesionales, mientras Apple Maps sigue evolucionando a otro ritmo dentro del ecosistema de Apple.
Expertos en tecnología recuerdan que cualquier IA generativa puede cometer errores o “alucinar” información, y que depender demasiado de un asistente conversacional dentro del coche puede tener riesgos si el usuario le otorga una confianza ciega. Google asegura que Gemini en Maps se apoya en una base de datos robusta sobre el mundo real y que se han introducido salvaguardas para reducir esos fallos, pero la discusión sobre seguridad, privacidad y uso de datos está lejos de cerrarse.
