No es ninguna novedad cuando decimos que Mercedes tiene ambiciosos planes para la electrificación total de su flota. Y cuando nos referimos a su flota nos referimos a toda ella, turismos y furgonetas. Aunque la estrategia va más lenta de lo que se pensaba, hace unos días el CEO anunció el retraso de un año, la estrategia sigue adelante. La sección de industriales seguirá los mismos pasos, aunque por sus características especiales deberán ofrecer una estructura personalizada. Mercedes acaba de presentar la plataforma VAN.EA, una base polivalente y modular sobre la que girarán todos los modelos industriales de la compañía a partir de 2026.
Hace ya un año que los alemanes dieron un importante paso hacia delante en su objetivo de electrificación. El Mercedes Clase E será el último turismo en estar diseñado a la antigua, es decir, con una plataforma para vehículos térmicos. A partir de ahora, cada nuevo lanzamiento de la marca de la estrella estará basado en una plataforma eléctrica. Serán los coches de combustión los que tengan que adaptarse a la estructura de los eléctricos y no al revés, como lleva sucediendo años. Esto permitirá a Mercedes ofrecer mejores cualidades de electrificación en todos sus modelos.
Ya habíamos oído hablar de la plataforma VAN.EA, pero hasta ahora no se habían dado detalles específicos sobre ella. Será una de las cuatro plataformas eléctricas que soportarán la gama de Mercedes y será la última en llegar. Los alemanes acaban de desvelar nuevos detalles sobre ella y, de paso, han aportado fechas concretas de su entrada en servicio. Todo nuevo modelo que se lance a partir de 2026 se basará en esta estructura polivalente que será capaz de adaptarse a diferentes batallas, pesos y modelos. Desde la Clase V a la versión más grande del Mercedes Sprinter.
Tal y como informa Mercedes, la arquitectura VAN.EA les permitirá explorar nuevos límites de autonomía en sus modelos industriales, aunque para ello reducirán significativamente la cartera mecánica con respecto a los modelos ICE actuales. Uno de los requisitos indispensables es que esta nueva estructura tendrá que soportar unas condiciones muy exigentes. Al peso de la batería se sumarán las grandes capacidades de carga de los industriales de la casa. Hasta 3.500 Kg de masa máxima autorizada para los modelos más pequeños y hasta 6.000 Kg para las unidades más grandes.
Las opciones mecánicas se combinarán con una amplia variedad de baterías. Mercedes ofrecerá un gran abanico de autonomías para que así cada cliente pueda apostar por el formato que más le convenga en función de su desempeño. Los alemanes ya han anunciado que las versiones privadas, turismos derivados de industriales, emplearán la versión VAN.EA-P que permitirá ofrecer autonomías eléctricas de hasta 500 kilómetros. También ofrecerán una tecnología superior con el último sistema operativo de Mercedes y hasta un grado 2 de conducción autónoma.
Dentro de la gama también se contempla el lanzamiento de unidades camperizadas 100% eléctricas más allá de la actual EQV Marco Polo. El formato crecerá, pudiendo mostrar unidades camper de la futura Mercedes Sprinter. El objetivo de Mercedes, que ya veremos si se cumple o no, es alcanzar una cuota de mercado del 50% de unidades eléctricas para finales de la década. La producción de vehículos basados en la plataforma VAN.EA tendrá un alcance global. Se construirán unidades en Estados Unidos, China y en diferentes localizaciones de Europa, incluyendo la planta de Vitoria que ya ha recibido el encargo de fabricar una nueva furgoneta eléctrica.
