El invierno ya ha comenzado y los coches eléctricos empiezan a pasarlo mal. La aparición de las bajas temperaturas les afecta de manera negativa, haciendo que, en términos generales, la autonomía real que pueden conseguir sea menor de lo que anuncia su ficha técnica. En parte es por culpa de la calefacción, pero Webasto acaba de presentar un pequeño dispositivo 3 en 1 que quiere solucionar el problema, el Heated Chiller.
Lo primero es identificar el problema. En un coche de combustión, la propia mecánica de gasolina o diésel, mientras que funciona, genera mucho calor, de ahí que sean necesarias entradas de aire en el frontal para refrigerar el vehículo. Esto, que es un inconveniente, en invierno es algo bueno, ya que parte de ese calor es el que se utiliza para calentar el habitáculo y que no haga tanto frío. El problema es que en los coches eléctricos el motor no genera tanto calor, así que no se puede utilizar el residual para climatizar el vehículo.
Esto hace que sea necesario destinar energía a la tarea de la climatización, es decir, electricidad. Y, como se toma de la misma fuente que se usa para mover el coche, se gasta batería (que tampoco es que rinda muy bien a temperaturas muy bajas) y la autonomía se reduce todavía más. El Heated Chiller se presenta como una solución a este problema.
Tres funciones en uno
La compañía explica que, en las arquitecturas de vehículos de toda la vida, para disponer de refrigeración y de calefacción hace falta disponer de varios componentes térmicos independientes, cada uno con sus propias líneas de funcionamiento y sistemas de control, para luego conectarlos entre sí. Es una configuración que dista bastante de ser óptima, puesto que ocupa más espacio, es más cara porque tiene muchos componentes y aumenta la posibilidad de que haya errores.
El Heated Chiller elimina esos inconvenientes, puesto que concentra todas las funciones en un único sistema, que es más compacto, emplea menos materiales, así que es más barato de producir, y también reduce el peso. Se podría utilizar en coches de cualquier tipo, pero es especialmente propicio para coches eléctricos debido a las tres funciones con las que cumple:
- Acondicionamiento de la batería: se encarga de mantener el refrigerante en unos márgenes óptimos para que la batería funcione, lo que alarga su vida útil y consigue mejorar su rendimiento, aumentando la carga que puede acumular incluso cuando fuera hay temperaturas muy bajas.
- Refrigeración de la batería: cuando el problema es el calor excesivo, por ejemplo durante una carga rápida o cuando se lleva a cabo una carga deportiva en la que la descarga de batería es demasiado veloz, se encarga de eliminar el exceso de calor, con lo que protege los componentes de la sobrecarga térmica.
- Calefacción interior: actúa de manera conjunta con la bomba de calor, aumentando su eficiencia al calentar el refrigerante directamente, lo que consigue climatizar el habitáculo con un menor gasto de energía incluso aunque haya bajas temperaturas exteriores.
Christin Reinhertz, responsable global del negocio de calefacción eléctrica de Webasto, ha declarado: “Con el Heated Chiller, ofrecemos a nuestros clientes una solución compacta que resuelve diversos desafíos en la gestión térmica de los vehículos eléctricos. Nuestros años de experiencia en integración de sistemas, gestión térmica y tecnología de baterías han sido clave en este desarrollo, siempre con el foco puesto en la comodidad, la eficiencia y la sostenibilidad”.
