La industria del motor ha recibido la noticia de una nueva alianza aparentemente salida de la nada: Ford y Renault Group unen sus fuerzas para que la segunda ayude a la primera a desarrollar dos coches eléctricos baratos que tendrán como objetivo los mercados europeos.
No es la primera vez que ninguna de las dos corporaciones recurre a acuerdos de estos tipos, pero Jim Baumbick, Jefe de Ford Europa, ha hablado con Autocar sobre la política de alianzas de Ford con otros fabricantes para desarrollar sus coches eléctricos.

Las alianzas son clave para el desarrollo de EV
Es claro sobre el papel que estás uniones juegan para la empresa: “Las alianzas son una parte fundamental de nuestro negocio. Para competir en cuanto a costos, necesitamos asegurarnos de alcanzar la escala, alcanzar nuevos niveles de costos de materiales y aprovechar al máximo la cadena de suministro”.
“Así que, al analizar los programas de modelos Ford que estamos desarrollando, vemos que estamos reduciendo miles de dólares en costes gracias a la eficiencia del diseño, la cadena de suministro, las diferentes evoluciones y coberturas de la cadena de suministro, así como la eficiencia de nuestra ejecución. Pero la escala no se puede reemplazar, y ahí es donde entra Renault”, añade.
De hecho, a grandes rasgos y con excepciones contadas como es el caso del Puma Gen-E y del Mustang Mach-E, Ford ha recurrido a aliados para desarrollar sus modelos de cero emisiones. El más claro es el caso de Volkswagen, de cuya plataforma MEB han derivado los Explorer y Capri. Ante la posibilidad de que esta alianza con Renault suponga el final de sus negocios con los germanos, Baumbick despeja dudas: “es un complemento a una excelente relación existente con VW. Lo veo ciertamente como algo continuo y algo en lo que estamos pensando a largo plazo, como lo hicimos desde el primer día”.

Lo que ha hecho que opten por Renault no ha sido problemas con el grupo alemán: “No se trata de un cambio radical respecto a VW; tenemos un compromiso y una estrategia muy claros con Volkswagen. Analizamos una amplia gama de posibilidades para competir en el segmento de vehículos eléctricos compactos y, dada su velocidad, agilidad y competitividad, la plataforma Renault Ampr es la opción ideal para nosotros”.
Mantendrá sus modelos existentes
La llegada de los dos nuevos vehículos eléctricos desarrollados junto a Renault, el primero de los cuales debería estar listo para 2028, no implica dejar de lado a los modelos de cero emisiones que ya tienen en cartera, se trata de potenciar la apuesta eléctrica con modelos concebidos por y para Europa: “Ford se compromete a fortalecer nuestro futuro en Europa. Nos comprometemos a fabricar y fabricar coches en Europa para europeos, diseñados por europeos”, explica.
De los automóviles a baterías que ya tienen en su gama, no hay que preocuparse. De la pareja formada por Explorer y al Capri, Baumbick concretó que la marca está “comprometida con la cartera de productos que tenemos hoy en la carretera y creemos que hay una gran oportunidad para seguir aprovechando esas inversiones y mejorar el negocio en torno a esas líneas de vehículos”.
Respecto al por ahora pequeño de la gama, el Puma Gen-E, también afirma que le van a dar continuidad: “Tenemos un plan de ciclo muy activo en Puma, y veo estos dos vehículos [nuevos eléctricos] como un complemento a Puma, y vamos a seguir desarrollando ese perfil de inversión para Puma”.
“Consideramos a Puma como una línea de vehículos clave en nuestro portafolio, ya que ha tenido mucho éxito en el mercado y es algo en lo que seguiremos apostando. Será un componente fundamental de nuestra estrategia”, concluía.

