Está claro que los fabricantes tradicionales se enfrentan a un problema llamado China. El despertar del país como gigante industrial ha cogido por sorpresa a muchos magnates del sector. El auge de compañías como BYD, CATL o Xiaomi ha obligado a cambiar las estrategias. A pesar del poder que ostentan las marcas clásicas, nada pueden hacer frente al avance de las marcas chinas. Jim Farley, CEO de Ford, ha dejado bien claro en más de una ocasión que la situación le preocupa. El máximo representante del mayor fabricante de Estados Unidos se rinde ante el poder de China.
No es la primera ni la segunda vez que Farley comenta sus preocupaciones ante el estado de la industria y el claro desnivel a favor de China. A pesar que los de Michigan han aumentado sus ventas eléctricas, la división Ford E -centrada en movilidad eléctrica- sigue perdiendo mucho dinero por cada unidad que matricula. Durante el primer trimestre de este año el departamento de coches eléctricos ha registrado pérdidas por valor de ‘solo’ 840 millones de dólares en lugar de los 1.300 millones declarados en el mismo periodo del año anterior.

Ford reduce sus pérdidas, pero sigue muy alejada del liderazgo mundial
A pesar de los números rojos, Ford no se rinde, pero tampoco esconde el hecho de que China domine la industria del coche eléctrico con una clara ventaja. Así lo ha vuelto a repetir en una entrevista concedida a un popular medio americano especializado. En ella, el CEO americano se despacha a gusto con los que ahora considera sus mayores rivales. "La realidad competitiva es que los chinos son el gigante asiático en la industria de los vehículos eléctricos". "No hay competencia real de Tesla, GM o Ford con lo que hemos visto en China. Está dominando por completo el panorama de los vehículos eléctricos a nivel mundial y cada vez más fuera de China".
Ya en el pasado, Farley ha llegado a declarar que el progreso de China ha sido “lo más humillante que he visto jamás”. También reconoce la superioridad tecnológica de algunas marcas como Xiaomi o Huawei. "Te subes y no tienes que emparejar el teléfono. Automáticamente, toda tu vida digital se refleja en el coche", comentó en el pasado. A pesar de las múltiples alabanzas que guarda hacia China y a su industria, Farley también reconoce que estas juegan con una importante ventaja competitiva y, sobre todo, económica.

"China tiene éxito por una buena razón: tiene una gran capacidad de innovación a un coste muy bajo". Hay cientos de empresas, todas patrocinadas por sus gobiernos locales, por lo que reciben enormes subsidios. Son marcas nuevas, como BYD y Geely, y empresas como Nio y Xiaomi, muchas de las cuales nunca antes habían estado en el sector automotriz, y eso “les supone una gran ventaja”. El propio Farley ha podido conocer de primera mano la evolución de la que habla. Durante meses se ha estado moviendo con un Xiaomi SU7 para así comprobar cuán avanzadas están las marcas chinas en materia de electrificación.