Jon McNeill, ex de Tesla: “Los ingenieros chinos son realmente disciplinados a la hora de reutilizar piezas debajo del capó”

Quien fuera presidente de Tesla cree que la clave para salir adelante en el mercado del automóvil pasa por reducir costes al máximo.

coches chinos
La reducción de costes es clave para sobrevivir en la industria.
06/12/2025 06:00
Actualizado a 06/12/2025 06:00

Jon McNeill fue presidente de Tesla entre 2015 y 2018 y actualmente forma parte del consejo de administración de General Motors. Se puede considerar que de la industria del automóvil sabe un poco, así que en la entrevista que ha tenido con Business Insider ha comentado algunos aspectos que resultan bastante interesantes.

Tiene claro cuál es la clave para que una empresa de la automoción pueda salir adelante en pleno 2025, especialmente si es de nueva creación, pero también si es de larga trayectoria: la reducción de costes. Además, también es muy consciente de quienes son los mayores expertos en ello: los chinos.

La rentabilidad de los coches chinos es cada vez menor.
La rentabilidad de los coches chinos es cada vez menor.

La clave es la reducción de costes

“Hay una razón por la que solo una empresa automotriz se ha fundado y escalado en los últimos cien años, y es porque es realmente difícil. Es muy, muy difícil y requiere mucho capital”, explica, haciendo referencia a Tesla, de quien dice además que ha sido “absolutamente implacable” en lo que a reducción de costes se refiere, lo que ha sido clave para que pudiera salir adelante.

De hecho, tiene claro quienes son los que son los mejores en este campo, algo que explica su éxito en todo el mundo: los fabricantes chinos. “Los ingenieros chinos son realmente disciplinados a la hora de reutilizar piezas debajo del capó que el cliente no puede ver y de esa manera ahorran mucho dinero”, explica. A grandes rasgos no hay nada nuevo bajo el sol, puesto que en la industria los fabricantes han tendido a estandarizar piezas para conseguir reducir costes, pero los chinos lo llevan al siguiente nivel.

McNeill fue consciente de ello mientras estuvo al frente de Tesla, una época en la que el Model 3 empezó a fabricarse en masa, lo que puso a la compañía en una posición comprometida, porque simplemente no estaban acostumbrados a fabricar a esa escala. Por aquel entonces los coches chinos no estaban tan de moda, pero él aprendió de ellos la importancia de reutilizar piezas de un modelo en otro, algo que se puede ver en las considerables similitudes que hay entre los Model 3 y Model Y.

Las marcas que lo hacen y las marcas que no

“Si desmontas todos los BYD, el mismo motor de limpiaparabrisas, la misma bomba de calor y el mismo conducto en todos. En otras palabras, no hay un equipo que diseñe un modelo en particular, sino que trabajan por su cuenta”, explica. Y considera que es algo que deberían aplicar todas las compañías, ya que es un movimiento “súper inteligente porque el motor del limpiaparabrisas realmente no cambia ni mejora la experiencia”, así que no hace falta que sea una pieza distintiva.

Pero, pese a que parece algo obvio, McNeill asegura que no todos los fabricantes siguen esta senda y que incluso algunos de larga trayectoria, tienen un enfoque completamente opuesto: “Toyota utiliza bombas de calor, motores de limpiaparabrisas y actuadores de asientos completamente diferentes para cada modelo. En otras palabras, el interior de un Corolla es casi completamente diferente al de un Camry”, comenta, insinuando que es algo que no es eficiente a nivel de costes.