El presidente del Automobile Barcelona, roto: "Nos han fallado. Estoy un poco triste... Dejan un vacío"

Lo que ha pasado en el Automobile Barcelona 2025 deja en evidencia a Europa.

Enrique Lacalle
Enrique Lacalle, presidente de Automobile Barcelona.
15/05/2025 22:40
Actualizado a 15/05/2025 22:40

La edición 2025 del Automobile Barcelona ha evidenciado un cambio estructural en el mapa automovilístico global, con la ausencia destacada de grandes marcas europeas y una creciente presencia de firmas chinas. El presidente del salón, Enrique Lacalle, no ha ocultado su decepción: "Estoy un poco triste, porque son marcas europeas las que faltan y dejan un espacio vacío", ha afirmado.

El evento, que se celebra del 10 al 18 de mayo en el recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona, ha visto cómo el hueco dejado por fabricantes tradicionales ha sido rápidamente ocupado por compañías asiáticas. "Este espacio lo ocupan marcas chinas que aprovechan para venir, hacen buenos 'stands', traen muchos comerciales y hacen un buen producto", ha apuntado Lacalle, destacando la estrategia ofensiva de estas marcas emergentes.

El directivo ha lamentado que la ausencia de firmas emblemáticas como Volkswagen, BMW o Mercedes-Benz refleje una reestructuración estratégica por parte del sector europeo, marcada por la incertidumbre económica, la transición energética y el reajuste de inversiones hacia la electrificación. No obstante, ha mostrado confianza en una posible vuelta: "Ojalá que, dentro de unos años, podamos contar con la participación de estas marcas", ha señalado.

La situación en Automobile Barcelona 2025 refleja un cambio global en la industria automotriz, con la competencia globalizada y la rapidez con que los mercados asiáticos han conquistado espacio en los salones internacionales. Esta transformación de la industria automovilística podría cambiar el equilibrio de poder en el sector, con implicaciones para los precios de los vehículos, las políticas comerciales y las tendencias tecnológicas que definirán el futuro del transporte a nivel mundial.

Con el mercado automotriz europeo bajo presión por los cambios económicos, la crisis energética, y la necesidad urgente de adaptarse a las normativas medioambientales, la competencia de las marcas chinas parece que ha llegado para quedarse. El evento de Barcelona será testigo de una transformación en la industria, con las marcas asiáticas liderando el camino hacia el futuro del automóvil.